La Revelación de Dios

Domingo 31 de diciembre, 2023

Lo principal de la Palabra de Dios no son las informaciones o el conocimiento que se adquiere cuando se medita o se escucha la Palabra. Es recibir la revelación de Dios, a través de escucharla y aplicarla en la vida, ya que eso provocará que haya una transformación.

La Palabra de Dios dice: “¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!”. Romanos 11:33. La Mayor desgracia y el mayor fracaso del ser humano es no conocer a Dios, principalmente para quienes asisten a una iglesia e, infelizmente, no han tenido un encuentro con Dios. Muchos solo conocen a Dios porque han oído hablar de Él o porque solo tienen informaciones, pero aún no han tenido una experiencia con Él. Tristemente lo que acontece en estos casos es que, después de algún tiempo, esas personas pueden, incluso haber recibido bendiciones, pero en el momento que pasan por una lucha o sufren una injusticia terminan abandonando la fe.

Muchas son las personas que se preguntan si están en una iglesia verdadera, pero ¿cómo saberlo? Es importante que usted tenga una biblia que es la Palabra de Dios, para comprobar en ella que el mensaje que está recibiendo es verdadero. No hay cosa más gloriosa y esplendida que uno conocer de Dios. Él destaca en Su Palabra ‘riquezas’ y cuando se conoce al Señor Jesús, lo material ya no es la prioridad como lo era antes de conocerlo. Porque ahora se sabe que el Señor Jesús tiene riquezas que no se comparan con lo material, eso lleva a que la persona se someta a los planes y los propósitos de Dios.

Cuántas son las personas que han despreciado la Palabra de Dios u otras, incluso, usando la biblia para distorsionarla. Pero, cuando uno sabe en quien ha creído, uno posee la riqueza de Dios, por lo que no hay confusión en uno porque uno está seguro de la experiencia que ha tenido con Él, se sabe en quien se ha creído y lo que está escrito en la Palabra de Dios. Cuando uno tiene un nuevo nacimiento, uno tiene una nueva mente y un nuevo corazón. A partir de ese momento, uno comienza a confiar y a entender los propósitos de Dios, ya que estas son las riquezas de Dios, las cuales se basarán en las experiencias que uno va teniendo con Él.

¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!” Estas palabras son para los que aún no han asumido una relación con Dios. Quien tiene un encuentro con Dios sabe que, aunque venga lo malo o se enfrenten adversidades, Él jamás nos abandonará. Tal vez en el momento no se pueda entender, pero hay una confianza de que Dios está bajo el control.

Quien es de Dios sabe que todo lo que acontece, aunque parece ser malo, obrará para bien para aquel que ha tenido un encuentro con Él. Pero, nada es automático, todo dependerá de la manera que se reacciona. Aún una persona siendo nacida de Dios, eso no impedirá que pase por situaciones donde será oprimida, atribulada, calumniada, recibirá injusticias, etc. Tal vez usted se pregunte, ¿por qué Dios permite todo esto? Es para que todo aquel que ha conocido al Señor Jesús pueda dar fruto. Pasar por tribulaciones, no es fácil, porque es como estar siendo exprimidos, pero cuando se conoce de Dios se puede resistir y vencer. Está escrito en la Palabra de Dios que a través de muchas tribulaciones entraremos en el reino de los cielos. Por detrás de una tribulación siempre hay un propósito, basta y uno persevere.

“Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?”. Romanos 11:34. Quienes han nacido de nuevo tienen la mente de Cristo, entonces se consigue entender lo que está escrito en la Palabra de Dios, que es Su revelación.

¿O quién llego a ser su consejero? ¿o quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar? Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén”. Romanos 11:35,36. Nosotros somos aceptados por Dios, a través del Señor Jesús. Cuando estamos en Él, confiamos, nada puede, ninguna acusación, culpa puede impedir que seamos salvos. La Palabra de Dios lo dice que no hay ninguna condenación para quien está en el Señor Jesús.

Quien está en el Señor Jesús, lucha por conquistar lo que está prometido en la Palabra de Dios. En el plano espiritual, no hay alguien que merezca ser más bendecido que el otro, ya que las riquezas son para todos. Una de las principales riquezas es tener esa confianza en el Carácter de Dios. La confianza viene con las experiencias y las luchas, y no hay como seguir al Señor Jesús si no hay sacrificio.

Cuando conocemos al Señor Jesús, Él nos da la capacidad, la disposición y la revelación. La mayor grandeza es uno tener la revelación de Dios, saber quién es Él, conocerlo, tener esa confianza que Él nos guarda, nos protege, nos cuida y que nunca nos va a abandonar. Por más que se cometan errores, pecados o, incluso, por más bien que hagamos, no hay nada que pueda disminuir el amor que Dios tiene por nosotros. Es como el padre o madre, por más malo que pueda ser su hijo o bueno, su amor hacía él no cambia. El amor de Dios no aumenta o disminuye, Él siempre nos amará, porque el amor de Dios es incomparable.

Quien conoce al Señor Jesús es amado, tiene alegría y paz, por eso es imposible que abandone la fe y al Señor Jesús. Si usted quiere esta revelación de Dios en su vida, dese a Él por completo, porque Él ya le ama, solo está esperando que dé el primer paso y vaya a Su encuentro.

Dios les bendiga.

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