La Visión De Los Mártires En La Gloria (Parte 2)

Esos mártires que vieran de la gran tribulación no tienen nada que ver con la Iglesia que fue arrebatada antes de la gran tribulación, pues esta, como ya vimos está representada por los veinticuatro ancianos, coronados, asentados en el trono y naturalmente reinando con el Señor Jesús; mientras que esos mártires no están asentados, pero de pie, llevan palmas y no tienen coronas ni tronos. La Iglesia también aparece en su lugar celestial antes que se inicien la apertura del primer sello. Ya los mártires, aparecen delante del trono mientras el juicio en la tierra es realizado hasta el sexto sello. La Iglesia glorificada ya estaba en el cielo antes de que sonado la «… hora de la probación» (Apocalipsis 3:10), porque era digna de «escapar de todas estas cosas» (Lucas 21:36).

Pero esa gran multitud, portadora de palmas, pasan por la Gran Tribulación y alcanzan el cielo solamente a partir de esa tribulación. La Iglesia del Señor es llamada de reyes y sacerdotes, conforme a lo escrito: «Para nuestro Dios los hiciste reino y sacerdote, y él reinarán sobre la tierra» (Apocalipsis 5:10). Pero los mártires de la Gran Tribulación son llamados siervos: «Por eso están delante del trono de Dios y lo sirven de día y de noche en Su templo…» (Apocalipsis 7:15).

Parece que esa gran multitud de mártires fue salva del medio de la Gran Tribulación o del medio de los acontecimientos catastróficos del sexto sello, pero no. Uno de los ancianos respondió a su propia pregunta diciendo: «Estos son los que vinieron de la Gran Tribulación, y lavaron sus vestidos y las blanquearon en la sangre del Cordero». Ella nos es presentada después que pasó la Gran Tribulación. Esa visión es anticipada. En la verdad, ella es una visión final de todos los sellos, se tocarán todas las trompetas y derramarán todas las tazas, y fueron convirtiéndose y guardando la fe cristiana.

Esa gran multitud será, por tanto, duramente afligida después de la apertura del séptimo sello y durante las siete trompetas y siete tazas de cólera: la bestia, el anticristo, cuya imagen ellos no quieren adorar, levantase. La consecuencia es el martirio; ellos tienen que morir a causa de su fe. De hecho, por más que ese intente describir el período de la Gran Tribulación, aun así faltan palabras. Podemos tener sólo una vaga idea de lo que será, simplemente por lo que los profetas bíblicos pintan ese cuadro de tribulación, pero no queda duda que será algo inimaginable. Daniel vio y dijo: «…habrá tiempo de angustia, cual nunca hubo, desde que hubo nación hasta aquel tiempo» (Deuteronomio 12:1).

El Señor Jesús, hablando sobre este tiempo, dijo: «Pues habrá gran aflicción, como nunca hubo desde el principio del mundo hasta ahora, ni habrá jamás» (Mateo 24:21). Pero justamente en esa tribulación mayor, más cruel, más terrible y sin igual, surge un número increíblemente grande que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas que sobre empujan todas las tribulaciones y que vencerán para la gloria del Señor Jesucristo.

Continuará…

Si le interesa lea también: La Visión De Los Mártires En La Gloria (Parte 1)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

 

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