Las consecuencias de su error iban a ser una cicatriz difícil de sanar

Antonio Domínguez era dominado por el reino de los vicios y la infidelidad, su egoísmo lo condujo a engañar a quien fuera su pareja, esto ocasionó deterioro en el hogar, debido a las innumerables discusiones desencadenadas entre ellos. Las consecuencias de su error iban a ser una cicatriz difícil de sanar puesto que debido a sus acciones había destruido toda la confianza que ella llegó a sentir por él.

Conviviendo con la marca de la inmoralidad no tardó mucho para que sus hijos se pusieran en su contra, había creado una avalancha que había sepultado la unión familiar. Se sentía abatido y prisionero de la culpa, por lo que intentó acabar con su vida, pero gracias a Dios falló. Al llegar a casa su esposa le comentó haber visto en la televisión el programa de la Iglesia Universal y había logrado sentirse identificada con el testimonio que ahí se relataba.

Nació en Antonio el interés de dejar esa vida de mugre en la que se había enterrado y probar aquel camino que jamás había recorrido. Hoy luego de haber regenerado su vida y reconstruido la confianza en el hogar, se siente seguro de permanecer enfocado en el reino de Dios.

Share This Post

More To Explore