Las mentiras sobre el infierno Parte 2

Están aquellos que piensan que Dios es tan amoroso que no condenará a nadie al infierno.

Están aquellos que piensan que Dios es tan amoroso que no condenará a nadie al infierno. Están absolutamente engañados. Dios es amor, pero también es justicia. Su rectitud exige una retribución a los que fueron incrédulos con respecto a Su Palabra.

Están además aquellos a quienes les enseñaron a creer en el purgatorio. Ese invento religioso habla de una purificación después de la muerte, hecha por las oraciones e intervenciones de los parientes vivos. Es decir, las personas pueden morir sin estar preparadas, sin la “santidad necesaria”, pues recibirán una supuesta segunda oportunidad. Observe que, mientras que la religión muestra un tipo de “última oportunidad” para un mentiroso o idólatra, por ejemplo, la Biblia afirma que será́ conducido directamente al infierno por falta de arrepentimiento.

Afuera están los perros, los hechiceros, los inmorales, los asesinos, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira. (Apocalipsis 22:15)

Quien cree en esas y en tantas otras mentiras que existen por ahí pierde su alma y tendrá́ la dura decepción de encontrarse con la realidad del infierno cuando no haya más oportunidades de arrepentirse. Sin embargo, vale resaltar que la prisión perpetua del alma no es el infierno, sino el lago que arde con fuego y azufre.

La mayor tragedia de la iglesia hoy es que los predicadores dejaron de predicar contra el pecado y de hablar sobre el infierno por miedo a desagradar a su público. En realidad, no valoran las almas que están bajo su responsabilidad, pues les ocultan el derecho a la verdad, que despierta a las personas y la salva del tormento eterno. Lamentablemente, estamos viviendo tiempos de iglesias llenas de personas no salvas.

Cuando llego ante un auditorio, esté con muchas o pocas personas, parto desde el principio de que aquella puede ser su última oportunidad.

Entonces, así como no soy negligente con mi salvación, no quiero que se me reclame por haberle omitido la Palabra de la vida eterna a alguien.

Continuará…

Libro: Secretos y Misteriosos del Alma

Autor: Obispo Edir Macedo

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