Percibió desde muy niña la violencia la cual era el día a día en su hogar

Dolor y sufrimiento crecía en su corazón fruto del daño que se hacían sus padres

Alicia Mata desde pequeña vivía rodeada de problemas familiares, su padre era una persona con problemas de alcoholismo muy agresiva que siempre abusaba físicamente de su madre. La violencia era el día a día en su hogar y todo esto lo percibía desde pequeña.

Su hermano menor y Alicia tenían que ver y escuchar los conflictos entre sus padres. Las groserías y las ofensas que surgían de sus discusiones los llenaban de sufrimiento y dolor.

Cuando llegó a la adolescencia consiguió algunas amistades que no solo la indujeron a un mundo pagano lleno de fiestas, sino que también poco a poco fue inducida a consumir alcohol, llegando al punto de convertirlo en un hábito de todas las noches.

Esta grave inestabilidad familiar, sumado a sus problemas con la bebida atrajeron todos esos pensamientos suicidas que la atormentaron e incitaron a quitarse la vida. Todo el sufrimiento con el que vivía día tras día solo la hacía preguntarse cuál era el propósito de continuar con su vida por eso en reiteradas ocasiones lo intentó.

Cuando su madre se decidió por hablarle sobre la Iglesia Universal, solo asistió en aquella oportunidad porque no quería tener que seguir lidiando con las invitaciones de su madre. Al escuchar la predica, mientras eran orientados con la Palabra del Señor, pudo sentir aquellas palabras y entender que Dios le brindaría la luz.

Una noche ahogada en su llanto le suplicó a Dios a gritos que transformara su vida si de verdad ÉL me amaba, hasta que un día tras recibir al Espíritu Santo en su interior pudo revisarse a sí misma y a su corazón y pudo empezar a trabajar en los verdaderos cambios de su vida.

Testimonio Alicia Mata.

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