¿Quién es, al final de cuentas, ese caballero montado en el caballo blanco? (Parte 1)

Muchos son los que han creído que la abertura de ese primer sello revela al Señor Jesús como el caballero y Su Iglesia como el caballo blanco. Alegan ellos que el Señor venció y que Su Iglesia viene venciendo para vencer. Entretanto, si nosotros analizamos el texto sagrado más detenidamente, verificaremos que esa interpretación no pasa de una mera fantasía, y nosotros no podemos aceptarla por el hecho de que al verificar que después de que el Cordero o el Señor Jesús abriera el primer sello, uno de los cuatro seres vivientes dijo, como si fuera con la voz de un trombón, o sea, voz de fuerza, de poder o de quien ejercita una autoridad.

Ese ser viviente ordena, diciendo: ¡Ven!, entonces, ¿cómo el Señor Jesús podría, después de haber abierto el primer sello, someterse a un ser inferior a Él? Cierto es que el caballero tenía un arco y recibió una corona, además de haber salido de su lugar venciendo para vencer. ¡El texto sagrado no afirma que Él venció! Dice, sí, que él salió venciendo, y para vencer. Esto da una idea clara de que ese personaje salió venciendo para vencer, eso es, salió venciendo con el instinto de vencer, determinado a vencer. ¡Mas esto no significa necesariamente que él vencerá! Y el apóstol no dice que, él finalmente venció, dice que salió venciendo. ¡Cuántos en este mundo tienen aparentes victorias, pero al final son derrotados! El propio diablo aparentemente, vencido. Desde Adán y Eva, él viene venciendo, pero al final de él y de sus demonios es el «… lago de fuego y de azufre» (Apocalipsis 19:10).

¡Y él sabe muy bien todo esto! Nuestra interpretación se identifica con la de varios intérpretes futuristas, que piensan que esa predicación habla sobre algo que sucederá inmediatamente antes de la venida del Señor Jesucristo. Creemos que el caballero del caballo blanco es el anticristo: el papa. Y considerando esta como la verdadera interpretación del caballero del caballo blanco, podemos identificar varios puntos que así nos convence cada vez más si no veamos:

Primero: El anticristo o el papa procura imitar al Señor Jesucristo con un mensaje de paz para el mundo y eso justifica el caballero del caballo blanco, pues el blanco sugiere la paz. Cuando el papa aparece en público o en visita a otros países él está de blanco, tiene una corona blanca y una especie de cayado en la mano simbolizando el arco del caballero del caballo blanco. Pero todo eso no pasa de una farsa, pues mientras él se autodenomina mensajero de la paz, sus subordinados jesuitas, auxiliados por las innumerables hermandades y organizaciones católicas, planean y ejecutan las revoluciones, guerras, asesinatos de presidentes y toda clase de derramamiento de sangre inocente Hay un libro titulado «The Secret History of the Jesuits» («La Historia Secreta de los Jesuitas»), de Edmond Paris, donde él narra con todos los detalles, por ejemplo, cómo los jesuitas planearon y pusieron en práctica la Primera y la Segunda Guerra Mundial; cómo ellos hicieron hacer el Comunismo, Fascismo y el Nazismo; el trabajo de ellos junto a la Gestapo.

Eso sin hablar de las Cruzadas financiadas por la Iglesia Católica para extinguir los pueblos judíos y árabes de la Tierra Santa. Las «Santas Inquisiciones» en Europa, especialmente en España, donde millones de cristianos fueron torturados y acto seguido sacrificados en nombre de la «santa iglesia»; la Noche de San Bartolomé en Francia, y tantos otros emprendimientos cabales que, según los cálculos de los historiadores, la Iglesia Católica de los últimos siglos asesinó a más de setenta millones de personas, entre judíos, protestantes, musulmanes e incluso los propios católicos, eso sin hablar de las víctimas mortales de la Primera y la Segunda Guerra Mundial que suman más de seiscientos millones de personas. ¡Y todo eso en nombre del santo padre!

El lector puede tener una vaga idea de cómo el papa con su habla tranquila, gestos tranquilos, fisonomía tranquila, tiene todo para presentarse delante del mundo como guardián de la paz inclusive sus vestiduras blancas simbolizando la paz, pero en realidad lo que está por detrás de él es completamente diferente de aquello que él procura aparentar frente a la humanidad.

Continuará…

Si le interesa lea también: El Primer Sello

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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