Su familia era un infierno

La precariedad laboral había afectado de manera rotunda en su hogar

El pastor David admite que cuando era tan solo un niño, en su familia albergaba una confusión hacia cuál camino seguir, la familia de su madre solía practicar el espiritismo, llegando a estar en más de una ocasión en contacto con presencias malignas. Por otro lado, su abuelo era pastor de una iglesia a la cual él asistía junto a su padre, a pesar de su supuesta entrega a Dios, todo lo que provenía tanto de su abuelo como de su progenitor era solo violencia y maltrato.

La familia de David era un infierno, su padre era una persona que violentaba a su madre, la agredía constantemente de manera física y verbal, él por su parte incurría junto a su hermano en el camino de la delincuencia, puesto que la desesperación por no tener qué comer lo llevaba a cometer actos delictivos sin pensarlo dos veces.

La precariedad laboral había afectado de manera rotunda en su hogar, su padre era desempleado, y su frustración la drenaba con violencia física, tanto hacia a su esposa como a sus hijos, esta actitud por parte de su padre, sembró en el pastor David un sentimiento de odio que lo llevaba a pensar incluso, en la posibilidad de hacerle daño a su padre e incluso quitarle la vida para que su madre pudiera descansar de tanta violencia.

Un día su madre escuchó hablar de la Iglesia Universal así que asistió junto a sus hijos y tan pronto conocieron y escucharon la palabra de Dios tanto él como toda su familia encontraron esa paz que tanto hacía falta para su hogar. Hoy en día su familia ha sido sanada de tanto odio gracias a su participación en la Iglesia Universal, el lugar donde encontraron el camino junto al Señor.

Testimonio pastor David.

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