Si la integridad y la rectitud, como calidad de carácter, hablan con respecto a la relación con las otras personas, el temor del Señor se refiere exclusivamente a una relación con Dios. Todo lo que la persona debe ser para agradar a Dios, está en su temor hacia Él. Todas las cualidades de una persona cristiana espiritual están dentro del temor del Señor.
¡El temor en sí no significa miedo! Dios, no desea que sus hijos tengan miedo de Él, pues Él no es alguien que pueda causar terror o pavor, muy por el contrario, Dios es amor. Es como Su propia palabra afirma:
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor…”
1 Juan 4:18
El temor del Señor significa respeto profundo por todo lo que se refiere a las cosas de Dios. Cuando esto pasa en el corazón, la persona vive su vida en función a su relación con Dios.
Esa calidad de carácter es altamente espiritual y solamente aquellos que tienen una comunión profunda con Dios, que tuvieron efectivamente una experiencia real con Él y que tienen Su Santo Espíritu, son los que lo temen de hecho y verdad, pues el Espíritu Santo efectúa ese temor en el corazón de Sus siervos; y quien tiene temor en el corazón con respecto a Dios jamás vive pecando.
El temor del Señor es tan importante que el sabio dijo:
“El principio de la sabiduría es el temor del Señor.”
Salmos 111:10
Y Job afirma:
“He aquí, el temor del Señor es sabiduría.”
Job 28:28
El discípulo del Espíritu Santo debe poseer el temor de Dios en el corazón para que pueda ser usado como un vaso de bendición en Sus manos. Ese temor es el que le impedirá caer en tentación, acobardarse para cometer el pecado contra Dios.
“El temor del Señor es fuente de vida, para evadir los lazos de la muerte.”
Proverbios 14:27
“El temor del Señor conduce a la vida, para dormir satisfecho sin ser tocado por el mal.”
Proverbios 19:23
“La recompensa de la humildad y el temor del Señor son la riqueza, el honor y la vida.”
Proverbios 22:4
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