La Palabra de Dios nos describe: “E irá delante de él en el espíritu y poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el señor un pueblo bien dispuesto”. Lucas 1:17. Una observación a hacer en la biblia, es en relación a dos palabras, espíritu y poder. Cuando ellas están escritas en mayúsculas, se refiere la primera al Espíritu Santo y la segunda se refiere al poder de Dios. Contrario a cuando son minúsculas se refiere al espíritu y al poder del ser humano.
Toda la obra que el Espíritu Santo realiza en nuestra vida, Él solo lo hace cuando hay sumisión, esto es, cuando tomamos la decisión de atender a Su llamado y cuando nos disponemos a vivir para Sus propósitos y para que Sus planes se cumplan en nuestra vida. Por eso, la biblia hace referencia ‘en el espíritu y poder de Elías’, porque él tuvo esa disposición, el coraje y estuvo dispuesto a pagar el precio que la fe le exigía para hacer que los planes de Dios se cumplieran en su vida.
Existen un sinnúmero de personas que aún viniendo a la iglesia ellas aún no han visto en su vida lo sobrenatural porque no han tenido la disposición de pagar el precio que es el sacrificio. Esto es, de entregarse por completo a Dios, de renunciar a su propio querer. Elías tomó la decisión de hacer la voluntad de Dios y él tuvo que pagar el precio de la fe, Elías sacrificó su propia voluntad y se sometió a la voluntad de Dios sin mirar las circunstancias, pasará lo que pasará, incluso si él hubiera tenido que morir, lo hubiera hecho, porque él quería hacer la voluntad de Dios.
El propósito de aquellos que han tenido un encuentro con Jesús, que tienen el Espíritu Santo es que el testimonio de Dios se realice en su vida para que otras personas sean salvas. Eso las lleva a luchar por ser testimonio en su casa, en el trabajo, dan el diezmo, ofrendan, porque todo lo hacen con la intención de ser un testimonio vivo del Señor Jesús para alcanzar más almas.
Es necesario analizar y reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿He sido un testimonio de Dios, en mi casa, en mi trabajo, en la iglesia…? ¿Mi testimonio ha mostrado que soy un vencedor? Todas las personas que tienen el espíritu y el poder de Elías, que es hacer la voluntad, los planes y los propósitos de Dios, estas personas se tornan en verdaderos testimonios de Él.
El ser humano fue creado para la gloria de Dios, no hay como uno ser feliz, sin que se viva para la glorificar a Dios. Pero, cuántas son las personas que han entristecido al Espíritu Santo en este aspecto e insisten en vivir haciendo su propia voluntad y no la de Dios.
Es necesario analizar si usted ha tenido mayor disposición por ejemplo para conseguir más ingresos, entrar a la universidad, incluso la disposición para sacrificar y haber venido a los Estados Unidos, todo lo que usted tuvo que hacer exponiendo su propia vida. Puede ser que esa disposición que tuvo para las cosas mencionadas anteriormente no las ha tenido para buscar a Dios, entregarse a Él y someterse a Su voluntad. Si no ha existido esa disposición, la obra de Dios no podrá completarse en su vida.
Al oír esto, compungidos de corazón, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Hermanos, ¿qué haremos? Y Pedro les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame. Hechos 2:37-39. Cuando hay arrepentimiento de la vida que se ha llevado y se toma la decisión de vivir bajo los propósitos y los planes de Dios, habrá disposición para someterse a la Voluntad de Él. Dios le ha llamado y le quiere escoger también, pero está en usted tomar la decisión y vivir el mismo espíritu y poder de Elías. Si usted asume está posición esto le llevará a renunciar a sus propios pensamientos y creencias, para así creer solamente en la Palabra de Dios. Por lo consiguiente, el Espíritu Santo vendrá sobre usted y en usted habrá una convicción de que enfrente lo que enfrente, usted vencerá, porque no aceptará más el fracaso en su vida, porque sabe que está bajo los planes de Dios y en la disposición de hacer que los propósitos de Él se cumplan en su vida.
Dios les bendiga.
