¿A qué distancia estás del Señor Jesús?

Cuando la Palabra de Dios entra en nuestra mente y en nuestro corazón, ella produce un cambio en todos los aspectos de nuestra vida.

Cuando la Palabra de Dios entra en nuestra mente y en nuestro corazón, ella produce un cambio en todos los aspectos de nuestra vida. Es el propio Espíritu de Dios que entra en nuestro ser y para eso es necesario abrir nuestro corazón para Dios. Si uno está lejos de Dios, esa transformación en nuestro interior nunca sucederá.

Y llevaron a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas. Marcos 14:53. Dios tenía un plan de salvación para la humanidad y era entregar a su Propio Hijo para la redimir nuestros pecados. Pero delante de los ojos de la humanidad en esa época quienes habían determinado la muerte de Jesús, eran los religiosos junto con los políticos. Aunque estos hombres fueron usados por el mal, el plan de Dios ya estaba realizado y el Señor Jesús se sometió a la voluntad de Su Padre.

Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego. Marcos 14:54. Existen muchas personas que vienen a la iglesia y han tenido experiencias con el poder de Dios, pero todavía no tuvieron una experiencia con Él. Pedro había visto las maravillas que el Señor Jesús había realizado, incluso él había tenido la experiencia y visto el milagro de la pesca maravillosa, pero la principal experiencia del nuevo nacimiento, de tener una experiencia con Dios aun siendo un discípulo no la había tenido, él estaba lejos del Señor Jesús. Cuando la biblia dice que él seguía a Jesús de lejos, quiere decir que él todavía no había tomado la principal decisión que era sobre la salvación de su alma.

El alma tiene dos destinos, uno es vivir en la presencia de Dios eternamente o vivir eternamente en la presencia del diablo, donde habrá un dolor incesante y constante, desesperación y agonía.

Estando Pedro abajo en el patio, llegó una de las sirvientas del sumo sacerdote, y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo: Tú también estabas con Jesús el Nazareno. Pero él lo negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó. Marcos 14:66-68. La reacción que tuvo Pedro es una actitud cuando se sigue al Señor Jesús de lejos y en la actualidad no es diferente. Existen personas que quieren recibir las bendiciones de Dios, pero no quieren asumir un compromiso con Él y negar su propia voluntad. La salvación es individual y nadie puede tomar esa decisión por uno, es uno mismo que la tiene que tomar.

“Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: Este es uno de ellos. Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo. Pero él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a este hombre de quien habláis!”. Marcos 14:69-71. Él estaba caminando con Jesús desde hace 3 años y medio. Cuando él declaró que no conocía al Señor Jesús, no estaba mintiendo. Él lo conocía como ser humano, pero no había tenido una experiencia con el Señor Jesús resucitado, que resucitó de entre los muertos. No había recibido la mayor experiencia dada por Dios, que es el Espíritu Santo.

¿Cómo recibir el Espíritu Santo? ¿Qué tengo que hacer para no estar lejos de Él y para merecerlo? Nada de lo que hagamos es suficiente para que merezcamos recibir el Espíritu Santo. Lo que tiene que haber es una entrega de espíritu, alma y cuerpo. Se tiene que reconocer que uno es pecador, que está perdido, que necesita de salvación, y que necesita ser transformado.

Infelizmente existen personas que solo vienen a la iglesia para recibir las bendiciones, pero no quieren asumir un compromiso con Dios, porque para todo compromiso se requiere un sacrificio. Si realmente usted quiere recibir el Espíritu Santo, tiene que asumir un compromiso con Él, seguirlo, servirlo y renunciar a su propia voluntad para así dar lugar a Dios en su vida. Es así que usted experimentará lo más grandioso que puede pasarle a un ser humano que es recibir el Espíritu Santo, el único que puede transformar nuestra vida.

“Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar amargamente”. Marcos 14:72. ¿Qué es necesario que una persona tenga que pasar para que ella quiera conocer al Señor Jesús? ¿Ella tendrá que llegar al punto de llorar amargamente? Si usted se ha dado cuenta que está lejos del Señor Jesús, no pierda la oportunidad de aceptarlo y entregarse a Él 100%. Si usted toma esa decisión, no solo conocerá al hijo de María, sino al Señor Jesús resucitado para obtener lo más precioso que todo ser humano puede tener que es la salvación.

Dios les bendiga.

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