Es importante cuidarse externamente como manteniéndose saludable, cuidando su piel y luciendo bella. Pero, no podemos olvidarnos de cuidar nuestro interior.
‘No busquen ustedes la belleza externa que producen adornos tales como peinados exagerados, joyas de oro y vestidos lujosos. Procuren más bien la belleza pura, la que viene de lo íntimo del corazón y que consiste en un espíritu afectuoso y tranquilo. Esta es la que tiene valor delante de Dios.’
1 Pedro 3:3-4