En el libro de Daniel nosotros encontramos un pasaje que es un paralelo de este juramento, cuando habla en relación al tiempo del fin:
«En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad» (Daniel 12:1-3).
Estos versos anuncian los acontecimientos del tiempo del fin, y Aquél que transmitía esta revelación a Daniel hizo entonces el juramento, diciendo:
«Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas» (Daniel 12:7).
El juramento entonces este ángel fuerte del Señor Jesús, en el presente capítulo, dice que no habrá demora con respecto al cumplimiento del ministerio de dios, que parece focalizar el establecimiento de todo Su plano de salvación con el reino del Señor Jesucristo. Pues con el paso del tiempo de la apertura del libro por el Señor Jesús, Él va a tomar posesión de Sus derechos adquiridos en el Calvario.
En otras palabras: cuando más en el Calvario. En otras palabras: cuando más los juicios de Dios son ejecutados sobre la humanidad, más el Señor Jesús impone o su derecho. Y ahí está el resumen de toda la visión del décimo capítulo.
Continuará…
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Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo
