El apóstol Juan en la isla de Patmos (Parte 2)

El Señor Jesús incluso alertó a Sus seguidores en relación a las persecuciones diciendo: «Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece» (1 Juan 15:18-19).

Todo y cualquier verdadero cristiano tiene que pasar por el tamiz de la persecución, y normalmente, la primera persecución comienza dentro de su propia casa, después se extiende por la vecindad, enseguida en el trabajo o colegio y si el cristiano es muy activo en la obra de Dios entonces la persecución pasa a ser a nivel de la ciudad. Pero, si por ventura el trabajo de ese cristiano crece a nivel estadual e incluso nacional, entonces la persecución pasa a ser también a nivel nacional. Cuanto mayor es el desarrollo del trabajo de los siervos del Señor Jesús en la divulgación de la Palabra de Dios y del testimonio del Señor Jesucristo mayor también será la persecución movida por aquellos que no tienen nada de Dios, especialmente por parte de Babilonia. Y si el cristiano no sufre cualquier persecución a causa de su fe es porque su cristianismo es totalmente falso. El hecho de que una persona se convierta en siervo del Señor Jesucristo ya lo coloca frontalmente contra el mundo y su principado. De manera que no hay absolutamente ninguna oportunidad de que la persona sea cristiana y no ser perseguida. ¡A no ser que ella sea una cristiana de papel como la mayoría de las personas!

El cristiano no debe reclamar por las persecuciones, sino todo lo contrario, porque nuestro Señor garantizó lo siguiente:

«Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros» (Mateo 5:11-12).

La referencia de Juan el día del Señor significa el primer día de la semana, es decir, domingo, pues los cristianos primitivos se reunían ese día en conmemoración a la resurrección del Señor, día santificado para siempre por haber sido el más importante evento de la Historia. Así como el séptimo día fuera guardado en conmemoración de la creación, en el primer día de la semana se celebra la redención.

Continuará…

Si le interesa lea también: El apóstol Juan en la isla de Patmos (Parte 1)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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