El entendimiento y el alma

Nosotros siempre vivimos así: un día, tenemos sosiego y tranquilidad; el otro, enfrentamos tribulaciones y luchas.

Nosotros siempre vivimos así: un día, tenemos sosiego y tranquilidad; el otro, enfrentamos tribulaciones y luchas. Un día, nos reímos con las conquistas y las buenas noticias; el otro, podemos llorar por una pérdida o dolor. Son situaciones inherentes a la vida.

Para ayudar al ser humano en los desafíos diarios, los instructores de autoestima enseñan el culto al amor propio; pero, a pesar de tantos libros y frases motivacionales, las personas están viviendo carentes, frágiles, débiles. En consecuencia, la teoría de que la baja autoestima es la causa de todos los problemas que las personas enfrentan no es verdadera. Nunca se habló tanto de la autoestima y nunca hubo tanta depresión, tanta automutilación y tanto suicidio.

Elevar la autoestima puede incluso ayudar al ser humano a sentirse bien, pero no resuelve los problemas de su alma.

El ser humano tiene amor por su cuerpo y por su vida terrenal, pero no por su alma. A causa de esta falta de entendimiento, hay tanta gente perdida y afligida.

El amor que el Espíritu Santo tiene como útil es evidente en aquellos que buscan el entendimiento de Dios para vivir.

El que posee entendimiento ama su alma… Proverbios 19:8

Este entendimiento —que es una capacitación superior que no nace con nosotros, sino que viene de lo Alto— debe ser buscado, adquirido y retenido como algo valioso, a fin de saber hacer las elecciones correctas diariamente. Aunque Dios les ofrezca Su sabiduría a todos, pocos se interesan por tenerla.

Podemos decir que el entendimiento espiritual es una facultad divina y sobrenatural que conduce al ser humano a priorizar su alma para la eternidad, no teniendo nada que ver con los conocimientos académicos de este mundo.

Del mismo modo como el entendimiento espiritual es diferente del conocimiento humano, el amor propio que el mundo enseña a cultivar es completamente diferente del amor que desarrollamos por nuestra alma y que viene de la comunión con Dios.

El amor carnal que una persona nutre por sí misma es ilusorio, pues promueve solamente los cuidados con el cuerpo, con sus voluntades y con los quehaceres de esta vida. La persona se distrae con las pasiones de este mundo en lugar de enfocarse en Aquel que debería ser su primer amor.

Por otro lado, el entendimiento que recibimos del Espíritu Santo nos enseña a tener la vida eterna como prioridad máxima. Es un discernimiento tan perfecto que sustenta y alegra nuestra alma con quietud, seguridad y paz.

Entonces, examínese. ¿Usted está cuidando su alma a través del conocimiento y del entendimiento que el Espíritu Santo concede, por medio de Su Palabra?

No lea la Palabra de Dios simplemente para cumplir una obligación, pues eso es religiosidad. Lea las Sagradas Escrituras haciendo de ellas su espejo. Tenga consciencia de que, cuando la Biblia habla, el Altísimo habla a través de ella con usted.

Mientras esté leyendo, pregúntese:
“Mi Dios, ¿qué es lo que Tú tienes para mí hoy?”

“¿Qué es lo que Tú, Señor, ¿quieres que yo haga?”

“¿Cuál es Tu voluntad para mi alma?”

“¿En qué́ Te he desagradado?”

Continuará…

Libro: Secretos y Misteriosos del Alma

Autor: Obispo Edir Macedo

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