El poder de la unción

Domingo 10am. Broadway - obispo Clodomir

El Espíritu Santo es para quienes tienen hambre y sed de justicia, es para aquellos que quieren vivir en obediencia a Dios y quieren tener una vida victoriosa y vencedora para que el Señor Jesús sea glorificado en su vida y eso los lleva a tener la unción de Dios. Existe una diferencia en las palabras ‘victoriosa y vencedora’. La palabra victoriosa es porque quien es de Dios vence los problemas de la vida y la palabra vencedora porque quien tiene el Espíritu Santo puede vencer los ataques espirituales, como: la envidia, la brujería, la hechicería, las maldiciones que vienen por generaciones de la familia y la tentación.

Es importante aclarar que las personas pueden incluso tener el Espíritu Santo y reciben el poder de la unción, pero no hacen no han tomado posesión de ella, por lo tanto, ellas siguen dejándose vencer por la mente carnal. Esto es, aun siendo de Dios, se encuentran divididas entre el amor a Dios y el amor al mundo, cuando se tiene una mente carnal la persona sigue siendo vencida por los mismos pecados. La mayor victoria que se puede lograr es la victoria sobre el pecado, porque es este que coloca en riesgo la salvación y cuando no se es salvo el lugar es el infierno.

La Palabra de Dios nos refiere: Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe”. 1 Juan 2:27. Cuando uno recibe el Espíritu Santo, uno recibe está unción, que nos hace permanecer en la Presencia de Dios y lo principal que nos lleva a perseverar.

Perseverar, espiritualmente o describiéndolo bíblicamente, es enfrentar un proceso que es severo. No es fácil lograr la salvación eterna, de ninguna manera uno puede entrar en el Cielo, viviendo a su modo o a su manera. Para poder entrar en él, se tiene que llevar una vida santa, tener un corazón limpio o puro, manos limpias… No es fácil, pero cuando se recibe la unción, se permanece firme, sea cual sea la circunstancia, la situación o el proceso.

Cuando Dios dice en Su Palabra lo siguiente: permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe… Cuando se recibe la unción, lo que está en la Palabra de Dios, queda grabado en la mente y en el corazón. Por eso, la Palabra de Dios, hace referencia en que nadie nos enseñe. Por ejemplo, en el principio cuando conocí del Señor Jesús, había un joven que me acompañó en mi proceso de conversión, pero después de que tuve mi encuentro con El Señor Jesús, no fue más necesario, porque todo lo que leía y meditaba en la Palabra de Dios y que aún continúo haciendo ha quedado grabado en mi mente y en mi corazón, esta es la unción. Cuando se tiene la unción, puede venir quien fuese, intentando colocar duda, pero quien tiene el poder de la unción, no duda, porque todo está en su corazón y su mente sellado y sabe que la Palabra de Dios es verdad y eso lo hace manterse firme.

Otro de los nombres que recibe el Espíritu Santo es llamado el Espíritu de la verdad, eso significa que quien tiene la unción cree en lo que está escrito y no duda de Él. Existen situaciones que quien tiene la unción va a pasar, aunque no entienda el motivo, pero quien vive para los propósitos de Dios consigue soportar el proceso, porque tiene la unción. Esta unción es tan poderosa, valiosa y gloriosa que vale la pena cualquier sacrificio, el cual significa una entrega total de espíritu, alma y cuerpo.

En el Salmo 105 dice lo siguiente: “No toqueís a mis ungidos”. Si alguien intenta tocar en un ungido de cualquier forma, queriéndole perjudicar, maldiciéndole, envidiándole… Dios viene en defensa de su ungido. Cuando se tiene la consciencia de esa unción, uno toma la posición que vencerá los problemas que uno este enfrentando. A causa de eso se persevera, se lucha por vencer y ser victorioso. Cuando tenemos la unción ella nos enseña a tomar las decisiones y elecciones correctas.  Si acaso, se llega a hacer una elección equivocada, no hay lamentos, porque la vida continúa y no se debe mirar hacia atrás. La unción nos hace mirar hacia adelante, es esa unción que se tiene que buscar y si ya la tiene, hay que luchar por preservarla.

“Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas”. Lucas 21:19. Quizás usted está desanimado y queriendo desistir, ve que el tiempo está pasando y no cambia nada. Busque de esta unción que sólo Dios le puede dar. Cuando reciba de esta unción su ser será transformado, la perseverancia comenzará a formar parte de usted, eso le llevará a tomar actitudes basadas en la Palabra de Dios, en usted no habrá más duda, porque sabe que la unción está en usted. Sus luchas no las enfrentara con las armas carnales, pero si con las armas espirituales (ayuno, oración, meditación en la Palabra de Dios, congregarse en la iglesia y hacer votos con Dios). Y si usted ya tiene el Espíritu Santo y se ha dado cuenta que esta unción está dormida en usted, tome posesión de ella, porque Dios ya se la ha dado.

Si valora el poder de la unción que está en usted, usted vencerá y va a confirmar lo que está escrito en Su Palabra “Ahora sé que el Señor salva a su ungido; le responderá desde su santo cielo con la potencia salvadora de su diestra”. Salmo 20:6. Porque quien tiene la unción es poderoso.

Dios les bendiga.

 

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