«Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré arrepentido» (Apocalipsis 2:5).
El arrepentimiento es el único camino de vuelta para Dios. A veces la persona siente un suficiente para el perdón de Dios. Mire, ese fue el sentimiento que acometió Judas Iscariote, y sin embargo su fin fue el suicidio. Remorso no es arrepentimiento y no arrepentimiento es un sentimiento de pesar seguido de actitudes. en el arrepentimiento existen básicamente cinco pasos a tomar:
- Primero: La persona reconoce su pecado,
- Segundo: La persona odia su pecado,
- Tercero: La persona confiesa su pecado al Señor Jesús,
- Cuarto: La persona abandona su pecado,
- Quinto: La persona olvida su pecado.
Nosotros observamos esto en la orden del Señor Jesús para el ángel de la iglesia de Éfeso, cuando Él ordena: «… arrepiéntete, y vuelve a la práctica de las primeras obras…».
Tanto la obediencia como la desobediencia a la Palabra de Dios tiene sus consecuencias, y queramos o no, más pronto o más tarde los frutos de una o de otra tendrán que ser escogidos, pues esta es una ley inflexible e inmutable de la propia naturaleza de la vida. Cada ser humano coge hoy los frutos de la semilla que plantó ayer; y cogerá mañana los frutos de la semilla de hoy. Muchas personas llevan casi la vida entera plantando la desobediencia de la Palabra de Dios y quieren coger los frutos de la obediencia plantados sólo durante algunos días. El arrepentimiento y vuelta a la práctica de las primeras obras era la condición para que el ángel de la iglesia de Éfeso se mantuviese en su lugar.
Esa carta debe hablar mucho más fuerte aún para aquellos que han sustentado la falsa doctrina de la predestinación o del enseñamiento de que «una vez salvo, salvo para siempre», pues el ángel de esa iglesia comenzó bien; la práctica de las primeras obras eran perfectas hasta que un día él cayó al abandonar su primer amor. Y el caso él no se arrepiente y vuelve a la práctica de aquellas primeras obras. ¿Qué sucederá? Él perderá su iglesia. que puede significar la pérdida de su salvación, dese cuenta que el abandono del primer amor significa la indiferencia al Señor.
«Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco» (Apocalipsis 2:6).
Existe una corriente que dice que los nicolaítas eran un de las sectas que defendían la licenciosidad como manera propia de vida, mientras que algunos eruditos tienen la palabra «nicolaíta» como forma griega de la palabra hebraica «Balaao», relacionando, así, los tales con los que sustentaban la «doctrina de Balaao», es decir, que enseñaban a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a practicar la prostitución (Apocalipsis 2:14).
Continuará…
Si le interesa lea también: El arrepentimiento (Parte 1)
Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo
