El Séptimo Sello (Parte 6)

Entonces, toda esa solemnidad grandiosa significa el establecimiento del dominio de Dios aquí en la tierra. Si, por tanto, se realiza justamente en este momento el sacrificio de la oración de las oraciones de todos los santos, mientras los siete ángeles están preparados para tocar las trompetas de la desgracia, entonces es por que llegó el momento de acordarse las oraciones que aún precisan ser atendidas. No podemos también olvidarnos que aquellos que son de Dios y que por eso mismo están permanentemente orando para que venga Su Reino y se haga Su voluntad, así en la tierra como en el cielo, es el factor que da inicio a esos juicios.

Cuanto más Reino de Dios se desenvuelve más el reino de las tinieblas es destruido, y más rápidamente satanás y sus demonios son destruidos de condiciones para destruir a la humanidad. En ese todos nosotros, obreros, pastores y obispos podemos testimoniar: desde que la Iglesia Universal del Reino De Dios, después de una persecución implacable por parte de la Iglesia Católica, a través de emisoras de radio, televisión, periódicos y revistas, comenzamos a orar para que Dios viniese a implantar Su Reino en los corazones de todos los engañados, además de amarrar a los principados, potestades, dominadores y fuerzas espirituales del mal, entonces los ángeles de Dios comenzarán también a trabajar con nosotros y la Iglesia comenzó a desenvolverse más rápidamente en todo el mundo. Eso significa que todos los que concuerdan con Dios a través de la oración, pasan a ser Sus colaboradores, conforme afirma el Espíritu Santo, a través de Pablo, cuando dijo: «Porque de Dios somos cooperadores…» (1 Corintios 3:9). El trabajo de oración perseverante abrevia la venida de Nuestro Señor Jesucristo.

«El ángel tomó el incensario, llenó de fuego el altar y lo tiró a tierra. Y hubo truenos, voces, relámpagos y terremotos». El fuego del altar es el fuego del sacrificio, que consume; él, por tanto, significa juicio. Y es justamente lo que es lanzado sobre la tierra. Los juicios de la apertura del séptimo sello traen consecuencias tan terribles e inimaginables, que llega a ser dividida en siete trompetas. Es como si los juicios de este sello viniesen gradualmente preparando el resto de la humanidad para el día final. El Señor Jesús dijo, con respecto a esos días que: «Yo vine para lanzar fuego sobre la tierra y bien quisiera que ya estuviese ardiendo» (Lucas 12:49).

Continuará…

Si le interesa lea también: El Séptimo Sello (Parte 5)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

Share This Post

More To Explore