El sueño del alma Parte II

Sepa que no existe remedio para los dolores del alma. Usted puede incluso anestesiar o calmar su cuerpo para engañar a sus pensamientos; pero, tan pronto pase el efecto, el deseo de desaparecer surgirá.

Entonces, ¿cómo vencer los problemas que parecen ser mayores que usted? ¿Cómo llenar ese vacío que lo corroe por dentro? ¿Cómo tener el alma restaurada de las heridas que causan tantos dolores?

El primer paso es reconocer que el alma no puede satisfacerse con nada en este mundo, pues es infinitamente mayor que el mundo. Todo aquí es pasajero. El Señor Jesús dijo que incluso el cielo y la tierra pasarán (Mateo 24:35), pero el alma es eterna, inmortal e indestructible. Su vacío es del tamaño de su Creador y solo puede ser llenado por la presencia de Él.

El segundo paso para darle un nuevo sentido a su vida y alcanzar la verdadera paz es buscar tener una relación con Dios, pues el vacío del alma es causado por el distanciamiento entre el ser humano y el Altísimo. Esa comunión con Él solo es posible a través del ejercicio de la fe.

Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1

El tercer paso es dejar que la Palabra de Dios penetre en su alma para curar sus heridas, borrar sus traumas y eliminar todas las marcas que ese vacío provocó:

La ley [Palabra, Espíritu, Mente] del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio [Palabra, Espíritu, Mente] del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. Salmos 19:7

La Palabra del Señor restaura, alivia, conforta, consuela el alma. Es por eso que, cuando los afligidos, ansiosos, deprimidos o atormentados leen y practican lo que en ella está escrito, sienten el impacto del bien que el Espíritu de la Palabra les transmite.

Y, para finalizar, si usted tiene una relación con Dios y obedece Sus mandamientos, tendrá paz, fuerza y alegría incluso delante de las injusticias, del desprecio, del abandono, del rechazo y de las pérdidas (que son inevitables en la vida), pues su alma estará siendo guiada por el Espíritu Santo.

Continuará…

Libro: Secretos y Misteriosos del Alma
Autor: Obispo Edir Macedo

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