El Tercer Sello (Parte 1)

«Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino» (Apocalipsis 6:5-6).

Si la apertura del segundo sello apunta la guerra caracterizada por la espada y con la guerra viene el hambre, el caballero de ese tercer sello manifiesta exactamente el hambre simbolizada por la balanza. “La balanza es símbolo de justicia, la cual es requerida especialmente cuando se trata de la medición de alimentos. Para tener una idea del sentido de la balanza del caballero en el caballo negro, basta colocar sólo un único y pequeño pedazo de bollo a disposición de dos o más niños. No es necesario decir que la disputa por aquello va a llevarlos al extremo de una discusión. Así será con el acontecimiento de la apertura de ese tercer sello. Habrá tamaña hambre en la faz de la tierra que las personas van a no respetarse entre ellas mismas.

En esa altura, hasta el amor que hay entre los familiares va a quedarse en segundo plano delante de las bocas esfumadas, como aconteció en Samaria. La Biblia da una pequeña muestra de lo que habrá de acontecer con la apertura de ese sello, cuando habla del hambre que reinó en Samaria por causa del cerco que el rey de Siria les impuso.

Dice la Biblia que: «Pasando el rey de Israel por el muro, le gritó una mujer: Socórreme oh rey mi Señor. Le preguntó el rey: ¿Qué tienes? Respondió ella: Esta mujer me dijo: Da tu hijo, para que hoy lo comamos, y mañana comeremos el mío. Cocimos, pues, mi hijo, y lo comimos; pero, diciéndole yo al otro día: Dame a tu hijo, para que lo comamos, ella lo escondió» (2 Reyes 7:26-29).

Ese fue el retrato de una pequeña ciudad cuando estaba bajo el cerco de sus enemigos. Imagine lo que acontecerá cuando eso ocurra a escala mundial. El profeta Jeremías, en su lamentación, dijo: «Mas dichosos fueron los muertos a espada que los muertos por el hambre; Porque estos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra. Las manos de las mujeres piadosas cocieron a sus hijos, sus propios hijos les sirvieron de comida…» (Lamentaciones 4:9-10).

Los noticiarios del mundo entero han registrado diariamente informaciones con respecto al hambre en los diversos países del Tercer Mundo. Mientras que el hambre va desenvolviéndose en todo el planeta tierra, el crecimiento poblacional también va creciendo de forma asustadora, es decir, más bocas escaneadas van creciendo.

La situación ya está tan crítica que hasta la Organización de las Naciones Unidas (OEA) han promovido conferencias en el sentido de estimular la planificación familiar, incluso el propio aborto. Está claro que no debemos llegar al extremo del aborto, pero la planificación familiar debería hasta ser objeto de ley en todo el mundo, especialmente en los países subdesarrollados. Pues, no es admisible que una familia que viva con la base del salario mínimo tenga un nido de hijos. En relación a ello la Babilonia ha estado radicalmente en contra, pues como una parásita, ella vive de la explotación de la miseria de los pueblos al recibir las beneficios de los gobiernos en nombre de la caridad a los pobres.

Continuará…

Si le interesa lea también: El Segundo Sello (Parte 3)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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