La revelación del anticristo (parte 4)

Debido a estas y muchas otras alteraciones, la iglesia católica dejó de ser una iglesia cristiana. La Iglesia Ortodoxa se separó del Vaticano, recusándose sumisión al papa, pues decía que la infalibilidad papal es la blasfemia que coronó el papado.

El anticristo es una encarnación del diablo, pues este, como un espíritu, precisa usar su cuerpo humano para difundir sus intentos. El rey de Tiro, en la época de Ezequiel, por ejemplo, fue una encarnación de Lucifer (Ezequiel 28).

Faraón, rey de Egipto, también encarnó el espíritu satánico. Todos los emperadores romanos se auto titulaban «divinos», y hasta exigían el culto a su persona. Especialmente Nerón y Domiciano, que tenían odio mortal a los cristianos, porque estos se recusaban a prestarles culto de adoración.

El anticristo o la bestia que emerge del mar también tiene el mismo número de cifras y de cabezas que el dragón, es decir: diez cifras y siete cabezas. Tomando el número siete como símbolo de cosas completas, es el número diez como símbolo de poder mundial, entonces las siete cabezas y los diez cifras representarían el poder mundial como un todo, o la concentración y personificación del reino de este mundo, continuando como una entidad única en el decurso del período total de la historia universal, manifestándose bajo varias formas y en varios grados en las eras diferentes con múltiples diversificaciones y modificaciones.

El capítulo 12 de Apocalipsis terminada, diciendo: «… y si puesto en pie sobre la arena del mar» (Apocalipsis 12:18). La arena en la playa del mar es un símbolo del pueblo de Israel, pues cuando el Señor hizo esta promesa a Abraham, Él dijo: «… de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está en la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos» (Génesis 22:17).

La playa, la arena del mar, regula el mar, el mar de los pueblos. Es lo que vemos actualmente: Israel regula los movimientos de las naciones. Como se sabe, hay décadas que las Naciones Unidas prácticamente no se ocupan con focos de crises o genocidios en el mundo. Jerusalén ha sido el centro de las atenciones del mundo. Esto parece una prueba de que Israel es realmente la arena. El dragón está ahora, por tanto, en pie sobre la arena y mira al mar, esperando que surja de él la bestia, y después de la tierra la segunda bestia.

No podemos olvidarnos lo que ya está escrito: que el anticristo se asentará en el santuario de Dios, ostentándose como si fuese el propio Dios. Además de esto, tanto Isaías como Daniel profetizaron que, en la época anticristiana, Israel hará una alianza con el anticristo: «Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos escondemos» (Isaías 28:15).

Continuará…

Si le interesa lea también: La revelación del anticristo (parte 3)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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