¿Qué debo de hacer para que ellas se cumplan?
La Palabra de Dios nos refiere: “Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia”. (2 Pedro 1:3).
El Señor Jesús dio la vida por nosotros en la cruz, para el perdón de nuestros pecados. Él tenía dos naturalezas la humana y la divina, y aún estando en una naturaleza humana, Él no pecó. Hoy el Señor Jesús se encuentra a la derecha intercediendo por nosotros, y para llegar a Dios y lograr nuestra salvación es sólo por medio del Señor Jesús. Cada ser humano tiene una deuda que el Señor Jesús pagó por nosotros al dar su propia vida y ella es borrada cuando aceptamos a Él como nuestro Señor y Salvador, sólo hay salvación a través de Él. (2 Pedro 1:11).
Todos los seres humanos tenemos la oportunidad de la salvación, aunque infelizmente existan quienes la han despreciado, pero en Su Palabra, Él nos muestra que nosotros tenemos todas las condiciones para dejar la vida de pecado “Dios nos da dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud..” .(2 Pedro 1:3). Cuando uno cree, acepta y actúa sobre esta promesa uno es transformado, porque hubo un encuentro con el Señor Jesús. Cuando se reconoce que Él dio la vida por nosotros, uno deja el pecado y la idolatría en la que se encontraba. A partir de ese momento hay un nuevo corazón, una nueva mente, el Espíritu Santo le transforma y eso se muestra a través del fruto del Espíritu Santo que es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. (Gálatas 5:22-23).
Quien ha tenido una experiencia con el Señor Jesús, no hay argumentos que puedan convencerlo de lo contrario, que Él es Su Señor y Salvador, porque vive bajo Su orientación que es la Palabra de Dios y se somete a los planes de Él. “Y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos”. (2 Pedro 1:4). Él nos ha dado grandes y preciosas promesas que están a nuestra disposición, pero ellas sólo pueden ser tomadas cuando nos ponemos a la disposición del Señor Jesús, cuando se hace la voluntad de Él y no la voluntad propia.
Dios tiene un plan en su vida, lo principal es su salvación y a través de ella, Él le da, la paz y la alegría, a pesar de las circunstancias que estén pasando a su alrededor. Pero, Él tiene más para darle y son esas grandes y preciosas promesas que están en Su Palabra. Para esto, es necesario que no se entregue a los cuestionamientos de lo que le estuviera aconteciendo. Esto es, sepa que todas sus luchas, problemas, aflicciones, tribulaciones, persecuciones, etc. Que usted enfrente, es para que usted tenga testimonio y la obra que Dios haga, va a prosperar en su vida y a través de su vida.
¿Usted ya tuvo un encuentro con Dios? ¿Dios le ha dado una nueva mente y un nuevo corazón? Si eso no ha acontecido, su fe se ha enfocado más en resolver sus problemas personales que en someterse a la voluntad de Él e infelizmente eso puede llevar al desanimo y aún estancamiento de vida. Si usted reconoce que, a causa de no tener un encuentro con Dios, usted no ha logrado lo principal que es su salvación y eso no le ha llevado a ver esas grandes y preciosas promesas que Dios tiene para usted, usted tiene la oportunidad de tomar una decisión. Sométase a la Voluntad de Él, abandone el pecado y la idolatría en la que usted está y tenga siempre presente que el Señor Jesús ya pagó por sus pecados, tome posesión de esa promesa. Si usted toma esa decisión, Dios le dará de Su Espíritu, en usted nacerá el querer de ganar almas y de someterse a la voluntad de Dios para que sus planes sean realizados en Su vida. Es por lo consiguiente que Dios hará que la obra de Él prospere en su vida y a través de su vida.
Dios les bendiga.
