Durante largos años Rosa Ríos fue acosada por voces que parecían no ser humanas, voces atrapadas en su cabeza que le prometían se quedarían ahí para siempre por eso dese niña sufría todas las noches de pesadillas. Al ser ella la única mujer entre tantos hermanos le tocaba dormir sola por lo que pasaba horas atrapada por el miedo.
En sus pesadillas Rosa veía como caía a un abismo sin fondo y a pesar de sus suplicas nunca recibió ningún tipo de apoyo de su madre quien solo le decía que era algo pasajero, pero Rosa creció e hizo su vida librando con este terrible problema por el cual pasaba incluso en sus primeros años de casada. Al sentirse derrotada entró en depresión por lo que comenzó a descuidar su aspecto personal, selló las ventanas con cortinas para evitar cualquier contacto con la luz exterior. La oscuridad la consumía.
Su compañera de trabajo le habló sobre la Iglesia Universal y tras su insistencia se animó a asistir y pudo conocer las cadenas de liberación y tras su partición y trabajo constante en ella pudo recuperar el sueño y dormir en paz como nunca antes. Rosa ha conseguido en Dios la luz divina para ahuyentar aquellas voces que desde niña estaban atrapadas en su cabeza.
