Los Ciento Cuarenta Y Cuatro Mil Sellados (Parte 3)

Una de las cosas más importantes, a mi parecer, en esta visión de Juan, con respecto a sellando de los hijos de Israel es la falta de una de las tribus de Israel. De entre todos los doce hijos de Israel, que compone las doce tribus de Israel, sólo la tribu de Da no está relacionada entre los que fueron sellados. ¿Y por qué los hijos de Israel o los hijos de Jacob fueron éstos?

  • De Lía: Rubén (el primogénito), Simón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón
  • De Zil pa, sierva de Lía: Gade y Aser
  • De Raquel: José y Benjamín
  • De Bila, sierva de Raquel: Da y Naftalí

(Génesis 29:32-35; 30:1-24; 35:16-18).

De los que fueron sellados, nosotros tenemos la siguiente disposición:

  • 10: Judá 12.000
  • 20: Rubén 12.000
  • 30: Gade 12.000
  • 40: Aser 12.000
  • 50: Naftalí 12.000
  • 60: Manasés: 12.000
  • 70: Simón 12.000
  • 80: Leví 12.000
  • 90: Isacar 12.000
  • 110: José 12.000
  • 120: Benjamín 12.000
  • 100: Zebulón 12.000

Como nosotros podemos observar, Manases, hijo de José y, por tanto, nieto de Israel, sustituyó a Da. Para que nosotros podamos entender el porqué de la falta de Da, es preciso comprender su historia. Da era el quinto hijo de Jacob, con Bila, la sierva de Raquel. Cuando Jacob descendió a Egipto, Da tenía sólo un hijo llamado Husin (Génesis 46:23).

En contrate con eso, Benjamín, el hijo más joven de Jacob, tenía en aquel tiempo diez hijos. Pero dos siglos más tarde, Da era la tribu más numerosa después de Juda. Juda tenía 72.700 hombres capaces de salir a la guerra y Da tenía 62.700 hombres. La tribu de Da tenía una posición destacada en el orden del campamento, y era ella que llevaba en uno de los cuatro estandartes principales, además de tener la incumbencia de proteger a toda retaguardia del ejército con sus hombres (Números 10:25).

De ahí, nosotros vemos que la tribu de Da era muy importante en el contexto general de las demás tribus. Tal vez esa posición privilegiada delante de los demás tribus había hecho nacerle el orgullo en el corazón, porque ella fue una de las que más se corrompieron con la idolatría, llegando incluso a ser una verdadera maldición para el pueblo de Israel.

Continuará…

Si le interesa lea también: Los Ciento Cuarenta Y Cuatro Mil Sellados (Parte 2)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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