“Coré, Datán y Abiram, junto con 250 hombres principales de la congregación, se levantaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: “¡Basta ya de vosotros! Toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está el Señor. ¿Por qué, pues, os encumbráis vosotros sobre la congregación del Señor?” Números 16:3
Otra vez nos encontramos a Moisés con problemas de insumisión entre su pueblo y, una vez más las consecuencias fueron terribles, pero en esta ocasión los perjuicios de vidas fueron mayores. Yo creo que esta segunda gran rebelión tuvo su origen con María, ya que ella había plantado la semilla con anterioridad en muchos corazones. Más de quince mil personas, incluyendo mujeres y niños que no tenían nada que ver con aquello, perecieron a causa de una rebelión contra el siervo del Señor. Lea atentamente el capítulo 16 del libro de Números y verá que las conclusiones son notables.
Encontramos muchos casos de rebeldías e insubordinaciones en la Biblia, de los que podemos sacar el máximo provecho posible a fin de no caer de la misma forma.
Cuando el Señor Jesús comenzó a enseñar a sus discípulos, la primera lección fue exactamente sobre la humildad: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.” Mateo 5:3
¿Qué significa la humildad, sino una actitud respetuosa, sumisa y de acatamiento? El Señor Jesús sabía que la primera cosa que sus discípulos tenían que aprender era la humildad, o sea, la sumisión, pues, ¿cómo podrá la obra de Dios expandirse por este mundo si no hubiera una reverencia humilde en acatar las decisiones de las autoridades instituidas por Él?
Por lo tanto, “… servíos por amor los unos a los otros” (Gálatas 5:13).”
Continuará…
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Libro: En los Pasos de Jesús
Autor: Obispo Edir Macedo
