Paso 7: Ser bautizado

Todas las bendiciones de Dios son prometidas para aquel que creyere y fuere bautizado.

Todas las bendiciones de Dios son prometidas para aquel que creyere y fuere bautizado, y eso debe suceder inmediatamente después que la persona haya aceptado al Señor Jesucristo como su Salvador personal. El bautismo en las aguas es la mortificación de los hechos en la carne, la sepultura del viejo “yo” y el surgimiento de una nueva criatura limpia y lavada para una vida nueva

Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador personal no podemos dejar que las manías o malas costumbres o cualquier hecho de la carne estorbe nuestra relación con el Señor. Aquel mal genio, el orgullo, la vanidad, etc, son productos de la carne y precisamente deben ser abandonados. ¿Cómo nacer de nuevo sin morir? No podemos quedar con dos naturalezas, una pecaminosa y otra convertida. Morir con Cristo significa que nuestra carne no puede dar más frutos.

Tenemos que vivir según el Espíritu Santo, una nueva vida.

Continuará…

Si le interesa lea también: Paso 6: Evitar las malas compañías   

Libro: En los Pasos de Jesús
Autor: Obispo Edir Macedo

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