La perseverancia es una de las cualidades del carácter genuinamente cristiano que denota una firmeza de propósito que jamás se detiene ante las dificultades.
La persona perseverante es aquella que persigue su objetivo con determinación hasta alcanzarlo. Ella nunca cede a las presiones de las dificultades, al contrario, cuanto mayor es la dificultad que enfrenta, más intensa será su obstinación, su firmeza en conquistar su objetivo. Este es el tipo de carácter que Dios busca para que le sirvan, tanto que Él dice:
“Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.”
Lucas 21:19
El apóstol Pedro dijo:
“Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud y a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor. Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Porque el que carece de estas virtudes es ciego o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados. Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección de parte de Dios; porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis.”
2 Pedro 1:5-10
Si observamos bien a los héroes de la fe en la Biblia vamos a constatar esa calidad de carácter en cada uno de ellos: Abraham perseveró al seguir la orientación de Dios dejando su tierra, la casa de su padre y a sus parientes; lo mismo sucedió con Isaac, con Jacob, con José, Moisés, Josué, David y todos los demás.
Daniel perseveraba en oración tres veces al día, Job perseveró en su fe, aún habiendo perdido todos sus bienes, sus hijos y finalmente su salud. El apóstol Pablo, escribiendo a Timoteo, dijo:
“Pero tú has seguido mi enseñanza, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia…”
2 Timoteo 3:10
Juan, en la isla de Patmos, reveló ese carácter y por eso recibió la revelación apocalíptica. El Señor Jesús elogió a la Iglesia de Éfeso y Tiatira con relación a su perseverancia, e incluso, de la Iglesia de Filadelfia, la Iglesia inmaculada dijo:
“Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre todo el mundo para probar a los que habitan sobre la tierra.”
Apocalipsis 3:10
La perseverancia es, sin ninguna duda , una cualidad esencial para todos los que tienen deseo de servir a Dios. Es imposible ser cristiano sin que se tenga ese carácter, y aún más para servir a Dios…
La obra de Dios no es para las personas débiles, ni cobardes y mucho menos para aquellos que desean facilidades en su trabajo. ¡No! Ella está destinada a las personas que tienen determinación con firmeza en su propósito y coraje, no les importa si van a vivir o morir por aquello que creen. Para ellas lo importante es plantar aquello que el Espíritu Santo ha colocado dentro de sus corazones. Y para eso es necesario la perseverancia.
La obra de Dios es una guerra contra el diablo y todo su infierno. Los que se posicionan del lado de Dios son Sus soldados y tienen que estar preparados para vencer o ser vencidos! No hay empate, no hay descanso y ni acuerdos con el enemigo. ¡Quien quiera vencer tiene que ser perseverante!
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