¿Por qué sentir ansiedad por tener pareja?

La ansiedad por tener pareja a menudo tiene su origen en una focalización excesiva en este objetivo. Cuando la persona ya tiene pareja, la ansiedad por tener pareja se puede trasformar en una ansiedad por mantenerla, con independencia de lo que esta esté aportando. Con frecuencia, esta angustia es intensificada por la motivación de encajar en un determinado patrón social que trata de imponer su modelo con presiones soterradas o implícitas.

En la actualidad, contamos con varias herramientas para facilitar la búsqueda de pareja. Aun así, a pesar de ponerlas en marcha, podemos no obtener resultados. El hecho de ver frustradas algunas de las expectativas puede generar sentimientos de agobio y frustración, llegando en el peor de los casos a estados de ansiedad y depresión severos. El hecho de no tener pareja implica para algunas personas la sensación de estar solos. Uno de los problemas más frecuentes a la hora de buscar pareja es la búsqueda incesante de la media naranja: un concepto inventado por la sociedad en el que deseamos encontrar a una persona con unas características perfectas, siendo los defectos inexistentes. Con la búsqueda de esa “media naranja” confluyen los ideales del amor romántico en las primeras etapas del establecimiento en una relación.

En esta primera etapa, los deseos o las expectativas no cumplidas por el otro suelen minimizarse o pasan desapercibidos; la intensidad emocional produce, de alguna manera, una ceguera cognitiva. Así, la mayoría de las parejas pasan por un momento crítico cuando el enamoramiento se difumina y aparece el reto de hacer una gestión realista de las disonancias.

Cuando la persona considera que no tener pareja es un problema, el contexto puede intensificar la ansiedad por no encontrar “una solución”. Puede incluso que algunos amigos hayan iniciado una relación y aparezca una sensación de abandono. El contexto puede incluso mandar mensajes ambivalentes, favoreciendo la confusión, la desesperación y la ansiedad por estabilizar o mantener relaciones de pareja como forma de equilibrar esa ambivalencia. Todo ello incentiva a la persona para que aumente sus esfuerzos, para encontrar a esa pareja con la que se sienta completa. En caso de ya tener pareja y temer perderla, suele traducirse en intentos de control sobre el otro para que su temor no se materialice.

La ansiedad por tener pareja pueda ser tan intensa que, en un momento determinado, puede hacer que una persona soporte situaciones extremas que impliquen violencia física o psicológica. Algunas personas con una cantidad alta de recursos a nivel emocional terminan desarrollando una fuerte dependencia emocional por el refuerzo que obtienen de tener pareja por el mero hecho de tenerla.

¿Qué se puede hacer? puede que determinadas actividades en solitario despierten en el individuo la necesidad de estar a solas consigo mismo. Una circunstancia que irá en favor de su propio autodescubrimiento.

La gestión de la ansiedad por tener pareja no es sencilla. Sin embargo, ¿cuántas veces ha sido usted mismo/a cuando has estado en pareja?, ¿cuántas veces ha tenido que dejar de ser usted para agradar a alguien para estar en pareja?, ¿cuál ha sido el coste en tiempo, en salud, y en seguridad para usted?

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