Carta a la iglesia de Filadelfia (Parte 4)

«He aquí yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias» (Apocalipsis 3:11-13).

En estos últimos versos nuevamente el Señor Jesús exhorta para que la iglesia de Filadelfia conserve lo que tiene, es decir, que ella se mantenga dentro del mismo patrón espiritual para que nadie arrebate su corona de victoria. Desde nuestro punto de vista esto es más una alerta para que el seguidor del Señor Jesús no se acomode con su tipo de fe, porque muchos que antes relajaron su conducta cristiana y se dejaron seducir por los deleites de este mundo, acabaron por perder el óleo del Espíritu y el fuego se acabó, y no consiguieron más lugar para reconquistarlo.

Hay doctrinas anti bíblicas corriendo por todo el mundo afirmando que una vez que la persona es salva, ella está automáticamente con la salvación garantizada, lo que no es verdad. De acuerdo con la Palabra de Dios, yo fui salvo, estoy salvo y seré salvo si permanezco fiel a mi Señor Jesucristo. Por tanto, es preciso que se tome todo cuidado con toda la suerte de doctrinas que siempre vienen embaladas con la ilusión del papel presente. Aparentemente es linda y satisface plenamente el corazón, tal y como la fruta prohibida, pero en el fondo produce muerte eterna. Y para que se sepa discernirla es preciso conferir no con un de los versículos de la Palabra de Dios, sino con todo el contexto de la Sagrada Escritura.

Continuará…

Si le interesa lea también: Carta a la Iglesia de Filadelfia (Parte 3)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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