Ricos en la fe

Domingo 4 de febrero, 2024

La Palabra de Dios describe: “Les oímos hablar en nuestra propia lengua de las grandezas de Dios…”. Hechos 2:11. Las personas que obedecieron la Palabra de Jesús y se quedaron en Jerusalén, lo hicieron con el objetivo de tomar posesión de la mayor y principal promesa por parte de Dios que es el Espíritu Santo y ellos recibieron esta experiencia que es el don de lenguas. La grandeza a la que ellos se referían era el Espíritu Santo que recibieron y se manifestó en ellos.

La verdadera grandeza de Dios no está relacionada con las cosas materiales, sino con lo espiritual, que es lo que nos garantiza la salvación eterna. Es necesario reflexionar y analizar que por más que un ser humano conquiste en esta vida terrenal, todo se queda, nadie puede llevarse nada. Lo más importante es velar por la parte espiritual.

Domingo 4 de febrero, 2024

El pecado provoca separación, destrucción, desgracia, pero todo lo contrario acontece cuando se recibe el Espíritu de Dios. La persona, a partir de ese momento, tiene la grandeza de Dios en su interior. A partir de ese instante, ella se convierte rica en la fe. La Palabra de Dios nos dice al respecto: Escúchenme, amados hermanos. ¿No eligió Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe? ¿No son ellos los que heredarán el reino que Dios prometió a quienes lo aman?”. Santiago 2:5. Busque ser rico en la fe, recibiendo el Espíritu Santo.

Cuando una persona se convierte rica en la fe, no depende de nadie sino solo de Dios. Esto es, la confianza y la dependencia está exclusivamente en Dios, porque sabe que el Espíritu Santo actúa en su mente y en su interior. Quien es rico en la fe, es rico en perseverancia, paciencia, en persistencia, en el amor de Dios, benignidad, longanimidad… En el principio, cuando existe la conversión, no se puede ver esta riqueza de la fe, pero, en la medida que uno va buscando de Dios, se va creciendo y se va tomando posesión de esta riqueza.

Domingo 4 de febrero, 2024

Cuando se es rico en la fe, esto se materializa en la vida de la persona porque se comienza a prosperar y eso se debe a que hay un cambio de mentalidad. Eso provoca que la persona sea libre de los pensamientos de la dependencia, de la esclavitud, de la vergüenza, de la intimidación…, porque ella depende ciento por ciento de Dios y sabe que el mediador, entre ella y Dios, es el Señor Jesucristo y no un ser humano. Eso la lleva a darse cuenta que él no está limitado, porque tiene a Dios en su vida. Como dice la Palabra de Dios “Todo es posible para aquel que cree”.

Si usted quiere convertirse en una persona rica en la fe, comience a buscar de lo más grande que puede tener que es el Espíritu Santo. Usted experimentará en su propia vida lo que es depender solo de Dios y verá las grandezas de Él manifestándose en su vida.

Dios les bendiga.

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