En ella hay una sabiduría salvadora que no existe en ningún otro libro, porque el cristianismo no está basado en un libro impreso, sino en una persona viva.

Sabiduría salvadora (Parte I)

Aquellos que buscan con sinceridad la verdad nunca pueden dejar de leer la Biblia. En ella hay una sabiduría salvadora que no existe en ningún otro libro, porque el cristianismo no está basado en un libro impreso, sino en una persona viva. Las Escrituras “dan testimonio de mí”, dijo Jesús. El único lugar que obtenemos un conocimiento claro de esta Persona y de sus enseñanzas es en la Biblia.

1) Las Escrituras son útiles para enseñar

La Palabra nos prepara para la vida. Vista a la luz de la acción de Dios, su Palabra nos educa y nos enseña el camino de la verdadera vida existente en Cristo. Es imposible que la Iglesia exista sin la revelación bíblica de la Palabra del Señor. Ella nos concede sabiduría para la vida y es instrumento educador de la gracia de Dios, educándonos para que tengamos vida, como dice Tito:

“Y nos enseña que, (…) vivamos en este siglo …” (Tito 2:12).

2) Las Escrituras son útiles para la reprensión

En otras palabras, son útiles para hacer ver los caminos equivocados de la vida. Son valiosas para convencer y mostrarnos la senda correcta, el camino de la vida verdadera.

La Biblia convence al hombre de su error, de su situación equivocada en cuanto a Dios y a la vida, llevándole a la conversión por la acción del Espíritu Santo. Guía al hombre a Cristo y al encuentro de una vida plena y abundante en Él.

Son muchas las personas en las que esto ha sucedido. Las Escrituras han abierto el camino a Dios a hombres y mujeres, pues en ellas hay sabiduría salvadora, la sabiduría que viene de Dios.

¡No existe otro libro capaz de transformar alcohólicos, prostitutas, pervertidos, ladrones, asesinos, viciosos, maníacos en personas piadosas, temerosas de Dios y útiles a la sociedad!

3) Las Escrituras son útiles para corregirnos

Todo en la vida, ideas, posiciones, comportamientos, enseñanzas, teorías, teología, valores éticos, etc., debe ser comprobado y puesto en comparación con las enseñanzas bíblicas. Todo aquello que vaya en contra de sus principios básicos debe ser rechazado.

La Palabra de Dios no corrige solamente ideas, sino que da las directrices para corregir la vida del hombre, de las naciones y del mundo.

Todos nosotros debemos desarrollar nuestra capacidad intelectual, conocer, especular; pero todo debe estar a la luz de Cristo, siendo colocado a prueba delante del testimonio total de las Escrituras.

Si eso realmente acontece, mucho de lo que ocurre en la vida de las personas, del hogar, de los grupos sociales, de las relaciones humanas, de la vida nacional y universal, será cambiado.

La revelación divina en Cristo es la prueba que lleva al hombre a confrontarse con Él y a someterse a la desvalorización de todas las vanidades de la vida. Cristo es la levadura que desvaloriza y rompe las fronteras que nosotros hemos creado. Su Palabra es el instrumento correctivo.

Continuará…

Si le interesa lea también: Cómo leer la Biblia (Parte II)

Libro: En los Pasos de Jesús
Autor: Obispo Edir Macedo

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