Los padres de Cathy García vivían con la idea de que su hija iba a la escuela a estudiar, pero la realidad es que ahí las esperaban sus amigos, con quienes se había inducido en el mundo de las drogas y las pandillas. Su adicción a la poderosa droga cristal la llevó a cometer delitos que la llevaron a tener problemas con la justicia, en diferentes ocasiones tuvo que visitar la estación de policía debido a los actos que cometía bajo la influencia de los estupefacientes.
Cada vez que cruzaba la puerta de su hogar se encontraba bajo el efecto del consumo, sus padres preocupados, le revisaban sus cosas para encontrar siempre lo que no esperaban, en su desespero por ayudarla le decomisaban sus pertenencias, pero esto solo enfurecía a Cathy, quien para ese punto se encontraba muy atada al vicio.
Tras pasar una semana tras las rejas, tuvo el tiempo para reflexionar y arrepentirse sobre el rumbo que había tomado, así que abrió su corazón a Dios y suplicó ser perdonada, al salir de prisión, aún sin una guía, una persona le habló de la Iglesia Universal. Cathy desde el primer momento que entregó su vida a la liberación y haber recibido al Espíritu Santo ha podido doblar el timón para navegar sobre las aguas de la palabra de Dios.
Testimonio Cathy García.
