El alcohol tornaba a su madre en una persona violenta.
Dionisia Dos Santos sufría de pequeña de una depresión que no la dejaba ser una niña más feliz, su sufrimiento era causado por los constantes estados de embriaguez que debía soportar de su madre, a quien el alcohol la tornaba en una persona violenta que abusaba tanto física como verbalmente de ella.
Dionisia considera que tal situación la despojó de su infancia, aunado a los maltratos que debía soportar por parte de su madre, el fallecimiento de su padre la dejaba sola y desamparada, sin ningún apoyo a su alrededor. Cuando cumplió la edad suficiente para independizarse, se fue de la casa y conoció a una persona con la cual decidió formar una relación y casarse.
Triste fue su fortuna al darse cuenta que con quien había pasado algunos años de felicidad pasaría ser quien le generaría a diario un profundo sufrimiento. Su esposo resultó ser una persona alcohólica aún más violenta y maltratadora que su madre.
Dionisia no conocía la felicidad, como tampoco conocía a Dios, cada día al salir el sol sentía que su vida no tenía sentido y que quizás para ella no existía ninguna solución, pero un día se brindó una oportunidad y acudió a la Iglesia Universal más cercana a ella, y allí gracias a su arduo y constante trabajo en sus oraciones fue que conoció a Dios y pudo recibir poco a poco al Espíritu Santo para conseguir esa felicidad que siempre estuvo ausente en su vida.
Hoy en día invita a todos aquellos que estén pasando una situación similar a asistir a asistir a la Iglesia Universal y entregar su fe a Dios.
Testimonio Dionisia Dos Santos.
