Usted no lo conoce Parte II

Nadie debe gloriarse de su pureza o bondad. La Biblia dice que somos malos por naturaleza (Romanos 3:10), pues la raíz de nuestra pecaminosidad no está del lado de afuera, sino dentro de nosotros.

No importa quién sea, si es guiado por el corazón, ciertamente verá cuántos pecados y cuántas maldades será capaz de hacer. Basta con que miremos los informativos todos los días y observemos las declaraciones de personas que cometieron crímenes jamás imaginados por ellas. Nuestro trabajo en los presidios también muestra eso constantemente.

Supe el caso de una señora que era muy pacífica y solícita en su comunidad. Jamás habían visto ningún vestigio de violencia en su hablar o en sus acciones. Sin embargo, al descubrir que su marido era amante de una de sus amigas, decidió ir tras esa mujer. Al llegar a la casa de su amiga, comenzó a discutir con ella. En un ímpetu de ira, agarró la cuchilla que estaba en la pileta de la cocina y la mató.

Los resultados de quien siguió el impulso frívolo de su corazón son las pruebas de que la Biblia siempre tiene toda la razón. Solo no lo ve quien no lo quiere ver.

Miles de crímenes, matrimonios hechos y deshechos, negocios arbitrarios y tantas otras actitudes que destruyen completamente la vida de las personas se ven con frecuencia.

Podemos decir que prácticamente todos los problemas en los que nos involucramos tienen como fuente a nuestro corazón engañador y perverso. ¿Cuántas cosas ya dijimos que nos gustaría no haber dicho? Herimos y fuimos heridos porque nuestra lengua fue abastecida por emociones y sentimientos malos. La lengua es un vehículo del corazón y solo es escandalosa hablando, ofendiendo, mintiendo o presumiendo cuando el corazón está rebosando de lo que es malo.

Continuará…

Libro: Secretos y Misteriosos del Alma
Autor: Obispo Edir Macedo

Share This Post

More To Explore