Amor y fidelidad

“La Palabra de Dios nos describe: “Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos y no los habéis guardado. Volved a mí y yo volveré a vosotros —dice el Señor de los ejércitos”. Malaquías 3:7 ¿Cuál es el principio de todas las leyes? Dios dice, “vuélvanse a mí y yo me volveré a ustedes…”. Imagínese si alguien se hubiera casado o se quisiera casar con usted solo por su apariencia física y para tener derecho sobre usted. O si una mujer solo se casará con un hombre por su dinero…, a ninguna persona le gustaría ser usado de esa manera.

¿Cuántas personas dan su diezmo, sus ofrendas y aún no han visto la Palabra de Dios cumpliéndose en su vida? ¿Cuál es la razón? La respuesta es está, donde Dios dice: “vuélvanse a mí…”. Dios quiere que nos volvamos a Él, por lo que Él es y no por lo que Él tiene para ofrecernos.

Cuando nosotros nos volvemos a Dios, Él se vuelve a nosotros el 100%. Lo que Dios tiene para darnos es sin medida e ilimitado. La Biblia dice: Pero decís: «¿Cómo hemos de volver?». ¿Robara el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: «¿En qué te hemos robado?». En los diezmos y en las ofrendas”. Malaquías 3:7. ¿Cuál es la diferencia entre diezmo y la ofrenda? Delante de Dios, nuestros primeros 10% que es el diezmo, cuando nosotros lo entregamos, es una muestra de que nosotros lo amamos por encima de todo. A través de esta fidelidad, nosotros le estamos mostrando que Él está en primer lugar en nuestra vida.

Los primeros 10% para Dios es fidelidad y la ofrenda significa amor. Eso lo podemos asimilar cuando alguien le dice a su esposo (a) que le ama, pero no le es fiel. Por el contrario, tampoco funcionaría si usted le es fiel a su pareja, pero si no le muestra amor.

La causa de que Dios se sienta robado, Él no hace referencia a lo material, sino al compromiso de la fidelidad y el amor que nosotros asumimos con Él hasta el final de nuestra vida, esto es, la fuerza de un pacto.

Cuando una persona asume y tiene un pacto con Dios, entonces la prueba que ella hace con Dios provoca que los cielos se abran. “Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde”. (Malaquías 3:10). Si usted pone a prueba su fe, comprobará por usted mismo el poder de lo que es asumir un pacto con Dios. Usted verá cómo su vida irá de aumento en aumento, porque Dios no miente y no se retracta, Él es fiel y cumple lo que promete.

Dios les bendiga.

 

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