Balbina Odilon recuerda con amargura los primeros años viviendo en los Estados Unidos debido a que los ingresos de su esposo no eran suficientes se veía en la obligación de salir también a trabajar para mitigar los gastos. Esto la obligaba a descuidar a su hijo quien se quedaba sin supervisión.
Su descuido en su labor como madre tuvo un costo muy alto siendo él muy apegado a ella le fue de gran impacto su abandono, por lo que quedó totalmente vulnerable ante las malas influencias de los jóvenes que lo rodeaban en la escuela. Comenzó a consumir sustancias alucinógenas que ponían su vida en peligro.
Hasta que en una ocasión su hijo tuvo una sobredosis que casi acaba con su vida, sufrió un ataque donde experimentaba taquicardia y perdía la respiración, Balbina pensó que era el final, pero una bendición le daría la oportunidad de empezar de nuevo.
Tras el suplico de su hijo por un camino que lo llevara a salvar su vida Balbina prometió llevarlo a un lugar mejor que un hospital así que lo llevó a la casa de Dios donde juntos a través de las cadenas de oración pudieron reconstruir aquel amor de madre e hijo que antes existió para retomar aquel apego emocional que los solía unir.
Testimonio Balbina Odilon.
