Carta a la Iglesia de Esmirna (Parte 1)

«Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: el primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte» (Apocalipsis 2:8-11).

La iglesia de Esmirna es caracterizada por:

  • Tribulación
  • Pobreza
  • Blasfemia por parte de aquellos que se decían judíos pero en la verdad formaban parte de la sinagoga de Satanás
  • El sufrimiento del porvenir
  • La prisión de algunos miembros para ser probados
  • Tribulación de los diez días

 

Si los ángeles de las siete iglesias eran realmente hombres imbuídos de autoridad espiritual como muchos han acreditado ser, entonces el ángel de la iglesia de Esmirna era un obispo designado por el apóstol Juan, cuyo nombre era Policarpo. Él fue preso cuando en la persecución movida por el emperador y llevado a la presencia del gobernador. Ofrecieron la libertad, si maldecía al Señor Jesús, sin embargo, él respondió: «Ochenta y seis años hace que sirvo a Cristo y Él sólo me ha hecho bien; ¿cómo podría yo, ahora, maldecirlo, siendo él mi Señor y Salvador?». Como resultado, fue quemado vivo. Interesante es que esa misma historia se repitió, varias veces, a través de los siglos, no más por parte de los emperadores, sino por parte de la iglesia católica, pues todas las veces que el cristianismo protestante avanza en Europa, surgía luego un plano diabólico de los jesuitas para intentar impedirlo por la fuerza, violencia y crueldad. Y fue así que se dio la inquisición en España, en los siglos 16 y 17; la masacre de la noche de San Bartolomé en Francia, en 1572; en Bohemia, 1600; en Austria, en Hungría, Polonia, Inglaterra, etc. La historia registra que durante todas las persecuciones católicas, a través de los dominicanos y enseguida de la inteligencia jesuita, cerca de 68 millones de cristianos fueron martirizados en el fuego, sino más de diez veces pero los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Y todos esos cristianos podrían estar salvos sus pieles si tan sólo negasen la fe en el Señor Jesucristo y se sometiesen a la autoridad del papa.

Continuará…

Si le interesa lea también: El arrepentimiento (Parte 2)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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