¿Cómo podemos definir el carácter de un siervo útil, bueno y fiel? En cierta ocasión, el Señor Jesús enseñó:
“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.” Lucas 17:10
El siervo es inútil, aunque haya hecho lo que le fue ordenado; el siervo útil es aquel que además de hacer lo que debe, aplica dedicación y amor, y coloca todas sus fuerzas y su vida al servicio del Señor.
En la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30), el Señor Jesús consideró buenos y útiles a los dos primeros siervos, que habían salido inmediatamente a negociar lo que les había sido dado y, algún tiempo después, rindieron cuentas, diciendo:
“…Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos” Mateo 25:20
Debido a ese comportamiento, fueron elogiados por el Señor y considerados siervos buenos y fieles.
Debemos entender que un siervo bueno es aquel que manifiesta un carácter idéntico al del Señor. Muchas veces, el siervo manifiesta fidelidad en su vida y piensa que eso es suficiente. Hay veces que su fidelidad es tan marcada y fuerte, qué piensa que los deslices de su conducta son justificados. Muchos han malinterpretado la palabra de Santiago, cuando dice:
“Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno lo hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados” Santiago 5:19-20
Esa multitud de pecados son del pecador que se convierte, y no de aquel que lo convirtió. De ser así, no habría justificación por la fe y si por salvar a otros.
Vea lo que el Señor enseña:
“No todo el que me dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos. Muchos me dirán aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Entonces les declararé: Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”. Mateo 7:21-23
Y vea también si no es ese el tipo de siervo fiel. Él había profetizado, expulsando demonios y hecho milagros. Pero el Señor le dice: “Apartaos de mí, porque nunca os conocí.”
Resumiendo, no es suficiente ser fiel, también es preciso tener el carácter de Cristo.
Continuará…
Libro: El Señor y el siervo
Autor: Obispo Edir Macedo
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