El nuevo pacto

Domingo 12 de noviembre, 2023

La Palabra de Dios nos refiere: “ Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí”. 1 Corintios 11:23.

¿Cómo una persona que ha sido traicionada puede dar gracias a Dios? El Señor Jesús, aun siendo traicionado por Judas, le dio gracias a Dios porque Él sabía que era lo que estaba profetizado. Jesús sabía que portándose de esa forma estaba agradando a Dios, Él estaba haciendo la voluntad de Él.

Cuando el Señor Jesús le dio gracias a Dios es porque Él recibió poder para perdonar a quien le había traicionado. Quien logra perdonar es porque ha recibido poder para perdonar a quién le ha traicionado. Cuando a alguien se le hace imposible perdonar es por el hecho de que la persona no ha tenido una experiencia con el Señor Jesús y eso le impide tener el poder que proviene del Espíritu Santo.

Domingo 12 de noviembre, 2023

El Espíritu Santo nos da poder para perdonar y agradecer a Dios hasta por las circunstancias más difíciles. Cuando una persona está con Dios, todo coopera para bien, incluso en los momentos más difíciles porque Dios tiene un propósito. Lo que sería para maldición se convertirá en una bendición, pero dependerá de la manera que reaccionemos.

Es de alta prioridad tener el Espíritu Santo porque, basados en nuestra naturaleza humana, nosotros no tenemos poder para perdonar, pero con el poder de Dios podemos hacerlo. Porque nuestra naturaleza humana quiere venganza, pero teniendo el Espíritu Santo, Él nos lleva al convencimiento de la obediencia a la Palabra de Dios para poder perdonar.

El Señor Jesús tuvo que sufrir el dolor de la traición por nosotros. Él no tenía motivos para ser traicionado, pero lo aceptó a causa de nosotros porque había un propósito al ser sacrificado para redimir los pecados de la humanidad. Así como en el pasado en el Monte Sinaí, Moisés cuando recibió las leyes de Dios, él recibió la orientación de hacer un pacto de sangre. Si en el pasado los hombres y las mujeres tenían un pacto con Dios a través de realizar un sacrificio de animales y ellos vencían, aún más cuando nosotros tenemos un pacto con Dios a través de la sangre del Señor Jesús, que logramos vivir este nuevo pacto que es una nueva alianza.

Domingo 12 de noviembre, 2023

¿Será que realmente usted está en este pacto? ¿Ha entregado su vida a Él? ¿Ha sacrificado su querer, para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios o a su propia voluntad? La Biblia describe: Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne.  ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?”. Hebreos 9:13,14. Si las personas tenían la santificación a través de la expresión del sacrificio de la sangre de animales, aún más en la sangre de Cristo. Las obras muertas son las obras del pecado, semejantes a la incredulidad, la duda, el miedo, la idolatría, etc. Pero, cuando entramos en este pacto somos libres de la esclavitud del pecado que es encabezado por el egoísmo, el egocentrismo, el orgullo, la arrogancia, la rebeldía, la prepotencia… En la actualidad, por ejemplo, dentro de las familias se ha perdido el respeto en el núcleo familiar y eso es porque las personas no tienen una relación con Dios.

Cuando una persona tiene una buena relación con Dios, tiene una buena relación con los demás, ya que lo principal es la espiritualidad. Cuando vivimos en esta fe, en este pacto de sangre, nosotros vivimos de acuerdo con la Palabra de Dios y, por consecuencia, vencemos.

Cuando nos vencemos interiormente, nosotros vencemos lo que está en nuestro entorno o en nuestro alrededor. Cuando se participa de la Santa Cena, usted que no ha entregado su vida al Señor Jesús pueda entregarla y los que ya se entregaron a Él puedan renovar sus votos. Cuando participamos en esta consciencia de fe, nuestros pecados son perdonados, somos limpiados de las obras muertas y entramos en este nuevo pacto que es con el Señor Jesús.

Dios les bendiga.

 

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