¿Qué motiva a los menores de edad a alcoholizarse?

El consumo de alcohol entre menores es un problema de salud pública grave en los Estados Unidos, según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y Alcoholismo (NIH).

El alcohol es la sustancia más utilizada entre los jóvenes y su consumo por parte de menores supone enormes riesgos de salud y seguridad: es peligroso porque provoca muchas muertes y lesiones, puede conducir a malas decisiones sobre comportamientos de riesgo como beber y conducir, aumenta el riesgo de abuso físico y sexual, puede conducir a problemas y dificultades en la escuela, puede interferir con el desarrollo del cerebro y aumenta el riesgo de tener problemas con el alcohol más tarde en la vida.

Las consecuencias del consumo de alcohol entre menores pueden afectar a todas las personas, independientemente de la edad o del consumo de alcohol. Todos nosotros, directa o indirectamente, nos vemos afectados por las conductas agresivas, los daños a la propiedad, las lesiones, la violencia y las muertes que pueden resultar del consumo de alcohol en menores. Esto no es simplemente un problema para algunas familias, es una inquietud nacional.

Muchos jóvenes beben alcohol; aproximadamente el 24.6% de los jóvenes de entre 14 y 15 años notificó haber consumido al menos una bebida, y 7 millones de jóvenes de entre 12 y 20 años reconocieron haber bebido alcohol sobrepasando el limite hasta llegar a un estado ebrio. Las personas de entre 12 y 20 años beben el 4% de todo el alcohol que se consume en los Estados Unidos, y a pesar de que los jóvenes beben con menos frecuencia que los adultos, cuando lo hacen, beben más. Más del 90% de todas las bebidas alcohólicas ingeridas por adolescentes han sido consumidas de manera excesiva y peligrosa.

A medida que los niños maduran, es natural que afirmen su independencia, busquen nuevos desafíos y adopten comportamientos de riesgo; el consumo de alcohol entre menores es uno des estos comportamientos que atrae a muchos adolescentes, y en general, comienzan a beber para ser más populares o encajar mejor con sus compañeros y compañeras.

Sin embargo, es posible que quieran probar el alcohol pero a menudo no reconocerán completamente los efectos sobre su salud y su conducta. Prevenir el consumo de alcohol entre menores es un desafío complejo y cualquier enfoque debe tener en cuenta muchos factores, entre ellos: la genética, la personalidad, el nivel de maduración y desarrollo, el nivel de riesgo, los factores sociales y los factores ambientales.

Los padres y profesores pueden desempeñar un papel importante en la formación de las actitudes de los jóvenes con respecto al consumo de alcohol, en particular, pueden tener una influencia positiva o negativa.

Las investigaciones demuestran que los niños con padres que consumen alcohol de manera excesiva y peligrosa son mucho más propensos a seguir sus pasos que aquellos cuyos padres no consumen alcohol de manera excesiva y peligrosa. Los padres pueden ayudar a sus hijos a evitar los problemas con el alcohol de muchas maneras: hablar sobre los peligros del consumo de alcohol, beber de manera responsable (si eligen hacerlo), ser modelos a seguir en general, evitar que haya alcohol disponible, conocer a los amigos de sus hijos, tener conversaciones periódicas sobre la vida, relacionarse con otros padres para enviar mensajes claros sobre la importancia de que los jóvenes que no consuman alcohol, supervisar las fiestas que asisten para asegurarse de que no haya alcohol y/o animar a los niños a participar en actividades saludables y entretenidas que no involucren alcohol.

Para evitar que sus hijos tengan problemas de alcoholismo, es importante la comunicación abierta y tener conversaciones sobre la bebida, además de estar involucrado en la vida de su hijo o hija. Los hijos de padres que participan de manera activa en sus vidas tienen menos probabilidades de tener problemas con el alcohol, y aun así, hablamos de probabilidades; ninguna familia esta exenta de que algo como esto suceda. Busque ayuda para ellos si sospecha que tiene un problema con la bebida.

 

Fuente Consultada: Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y Alcoholismo (NIH)

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