«Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen» (Apocalipsis 14:13).
En esta cuarta voz, nuevamente vemos un contraste con el anterior. Pues, si en la tercera voz, el apóstol Juan enfoca el futuro de aquellos que mueren sin la salvación, en esta cuarta voz, nosotros vemos justamente lo opuesto: la felicidad de aquellos que pasan para la eternidad creyendo en el Señor Jesús como Salvador.
Esta voz también muestra que la muerte fue vencida y que en su terror ya no más asusta a aquellos que creen en Aquel que la venció, pues como está escrito:
«Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros» (Romanos 8:11).
Y lo más importante es que el Espíritu Santo dice amén, para los que morirán en el Señor, para que descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan. La obra que cada cristiano realizó con su Señor lo acompañará para la vida eterna.
Fin.
Si le interesa lea también: La tercera voz
Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo