La revelación del anticristo (parte 5)

«Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado» (Deuteronomio 9:27). De hecho, Israel se ha curvado y ha hecho alianzas de paz hasta con sus peores enemigos. Sólo porque insisten en imaginar que están seguros y en paz. Es justamente esto lo que el profeta Isaías dice, cuando Israel se elude, diciendo: cuando viniera el diluvio del aceite, no llegarás hasta nosotros porque tenemos la mentira como refugio. Cuando estemos en Israel en febrero de 1995, el guía nos informó que Israel para unir relaciones con la Iglesia Católica tuvo que dar 69 rollos de pergamino originales de algunos libros del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, encontrado en el Mar Muerto por beduinos árabes, en 1947. La verdad es que Israel está dispuesto a pagar cualquier precio para tener paz. E incluso así delante de tantos esfuerzos y tantas cesiones, aun así, constantemente bombas árabes están matando inocentes dentro del Estado de Israel. ¡No sirve de nada! Pues del dragón está en la arena del mar esperando el surgimiento de la primera y segunda bestias, para entonces poder tomar posesión de las naciones. Mientras, esto jamás va a acontecer antes del tiempo determinado por nuestro Padre y nuestro Señor Jesucristo.

La visión del apóstol con respecto al dragón rojo, la bestia que emerge del mar y de la bestia que emerge de la tierra, nos hace creer que el diablo desea imitar en toda la actuación de la Santísima Trinidad. Veamos, por ejemplo, algunos paralelos:

  1. La trinidad satánica: el diablo, la primera bestia o el anticristo y la segunda bestia o el falso profeta.
  2. Así como Jesús, el Hijo del Dios Vivo, murió y resucitó, también el anticristo fue golpeado mortalmente en la cabeza, y resucitó.
  3. Así como el Señor Jesús recibió todo poder y autoridad del Padre, también el anticristo recibe del dragón y su poder, su trono y gran autoridad.
  4. De la posesión del poder, del trono y de la gran autoridad del dragón, el anticristo hará proezas en la tierra, de manera que «…toda la tierra se maravilló, siguiendo a la bestia». Tenemos entonces una fusión de personajes: el diablo más el anticristo, de manera que el anticristo podrá decir: yo y el diablo somos uno. Una afrenta abominación de las palabras del Señor Jesús, cuando dijo: «Yo y el Padre somos uno» (Juan 10:30). «Quien me ve a mí, ve a mi Padre» (Juan 14:9).
  5. Como el Espíritu Santo es quien glorifica el Señor Jesús a través de Sus seguidores, también la segunda bestia o el falso profeta hace que la tierra y sus habitantes adoren al anticristo.

Continuará…

Si le interesa lea también: La revelación del anticristo (parte 4)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

Share This Post

More To Explore