La Segunda Bestia (parte 1)

La segunda bestia emerge de la tierra, tiene dos cifras y apariencia de cordero, por esto ella es llamada también falso profeta. Ella ejerce toda la autoridad del anticristo en su presencia. Hace que la tierra y sus habitantes adoren el anticristo y opera grandes señales, de manera que hasta fuego del cielo hace descender a tierra, delante de los hombres. Este falso profeta es capaz de seducir a la humanidad debido al poder diabólico que ejecuta las señales delante del anticristo.

Muchas personas no consiguen entender como el diablo opera señales y maravillas. No podemos olvidarnos que él era el «querubín del guarda ungido», establecido por Dios. El mismo poder que él tenía cuando fue creado, se mantuvo. Solo que su gran error fue intentar usar este poder limitado contra el poder infinito del Todopoderoso.

El relato de Juan muestra que, así como la primera bestia recibió el poder, el trono y gran autoridad del dragón, es decir, el dragón usa al anticristo, también el anticristo usa al falso profeta para recibir adoración. El falso profeta hace erguir una imagen del anticristo y le comunica aliento, de manera que la imagen pasa a vivir. Y a partir de ahí, entonces, la imagen pasa a hablar y hasta hacer morir tantos como no la adorasen. el hecho de adoración a la bestia es representado en Daniel 3, cuando Nabucodonosor da la orden para levantar una gran imagen de oro.

Y cualquiera que no se postrase y adorase a la imagen, sería lanzado en la hoguera de fuego ardiente. Solamente tres jóvenes judíos se recusaban de adorar aquella imagen. Por esto fueron lanzados en la hoguera encendida siete veces más que de costumbre. Pero, el Dios en el que ellos creían les libró y ni un solo cabello de su cabeza se perdió. Ellos son una indicación de los ciento cuarenta y cuatro mil sellados de Israel, que durante la Gran Tribulación serán guardados y arrebatados para el Señor.

«A todos, los pequeños y los grandes, los ricos y los pobres, los libres y los esclavos, haz que les sea dada la cierta marca sobre la mano derecha, o sobre la frente, para que nadie pueda comprar o vender, sino aquel que tiene la marca, el nombre de la bestia, o el número de su el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí está la sabiduría. Aquel que tiene entendimiento calcule el número de la bestia, pues es el número de hombre. Este número es seiscientos sesenta y seis».

Continuará…

Si le interesa lea también: La revelación del anticristo (parte 5)

Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo

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