Siendo una víctima más de la violencia doméstica, su madre un día huyó llevándosela a ella

Durante su infancia Pamela Ruiz vivía bajo el tormento y los gritos ocasionados por su padre, un hombre violento que al estar bajo la influencia de las drogas y el alcohol era capaz de arremeter físicamente contra su madre. Tras verse atada de manos siendo una víctima más de la violencia doméstica, su madre un día huyó del país llevándosela a ella consigo.

Pero al conseguir una nueva pareja las cosas no cambiarían mucho, al punto de tornar a Pamela en una persona llena de rencor hacia el conyugue de su madre, a quien no reconocía como figura paterna y lo dejaba en claro. La relación de familia en casa llegó al extremo de la violencia física siendo ella quien en un ataque de ira le propinara un golpe a su padrastro.

La madre de Pamela comenzó a asistir a la Iglesia Universal y día tras día ella notaba grandes cambios en su progenitora, así que se animó a participar en los servicios y se entregó por completo al verse reflejada en la palabra dada. Hoy en día vive con la presencia de Dios en su corazón y invita a todo aquel que, como ella, un día se sintió en las tinieblas, darse la oportunidad e intentar buscar al Espíritu Santo.

Testimonio Pamela Ruiz.

 

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