Teresa Zuñiga estaba condenada a la tristeza, sufría mucho tanto emocional como físicamente puesto que quien fuera su esposo la maltrataba y humillaba sin discriminación. Él era un hombre con problemas con el alcohol que cada vez que llegaba de noche en estado de embriaguez descarga todas sus frustraciones con ella.
Teresa se sentía irrespetada y condenada al suplicio, su pareja había escalado sus adicciones ahora al consumo de estupefacientes, lo cual resaltaba más su carácter violento. Se sentía atrapada ante sus amenazas, el cual aseguraba les quitaría a sus hijos para siempre si llegaba a hacer algo en su contra.
Tras veinte años bajo el sufrimiento de una relación en la que su salud se fue deteriorando paulatinamente dio el paso firme y decidió que no quería continuar bajo aquel yugo. Su deseo fue escuchado y concebido a través de la Iglesia Universal, donde obtuvo las herramientas para darle un cambio total a su vida.
Hoy día ha conseguido a una pareja que la ama y la valora como mujer y ser humano, también disfruta ver con alegría como sus hijos crecen y se regocijan de triunfos. Es por eso que recomienda a todos aquellos como ella que estén pasando por un momento de vacío y oscuridad acercarse a la Iglesia Universal y descubrir a Dios en sus corazones.
Testimonio Teresa Zuñiga.
