Él vino para derrotar a Satanás aquí en la tierra definitivamente y justamente en su propio campo de acción. Por eso mismo es que el apóstol Juan oyó gran voz del cielo, proclamando: «Ahora vino la salvación, el poder, el reino de nuestro Dios y la autoridad de Su Cristo, pues fue expulsado el acusador de nuestros hermanos, el mismo que los acusa de día, y de noche, delante de nuestro Dios». Y la misma voz celestial, apuntando para los que aceptan al Señor Jesús como Único Señor y Salvador, afirma: «Ellos, pues, lo vencieron a causa de la sangre del Cordero y a causa de la palabra del testimonio que dieron, y, incluso cara a la muerte, no amaron la propia vida».
¿Quién venció a quién? Los verdaderos seguidores del Señor Jesús también vencerán al diablo a través de la sangre de Jesús y de la Palabra de Dios que confesaron al mundo. (Lo que significa decir que Satanás fue vencido en el cielo por el arcángel Miguel; fue vencido en la tierra por el Hijo del Hombre en la Cruz del Calvario, y fue vencido también en la tierra por los siervos del Señor Jesús, el Hijo de Dios).
Y esa pelea en el cielo, donde el arcángel Miguel y sus ángeles derrotaron al dragón y a sus “demonios, acontece en el cielo cósmico y no en el cielo morada de Dios, durante la segunda mitad de la Gran Tribulación.
Es interesante como el arcángel Miguel siempre aparece en el plano de Salvación. El profeta Daniel hace referencia a él como el gran príncipe, el defensor de los hijos de Israel, cuando dice:
«Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días». «Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe» (Daniel 10:12-14, 21).
Por tanto, Miguel aparece nuevamente defendiendo Israel. Nosotros podemos ver ahí un maravilloso paralelo, fue, en el momento del arrebatamiento, el Señor Jesús vendrá en las nubes del cielo con la última trompeta y con voz del arcángel.
Eso significa que inmediatamente Miguel comienza a reaccionar e inicia la pelea en el cielo. Donde se concluye que esta pelea ya comienza a reaccionar e inicia la pelea en el cielo. Donde se concluye que esta pelea ya comienza en el inicio de la Tribulación, es decir, en el inicio de los siete años. afectando a su clímax al inicio de la segunda mitad de la Tribulación.
Es lo que está escrito también en Daniel 12:1, es decir: «En este templo se levantará Miguel, el gran príncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo, y habrá tiempo de angustia, cual nunca hubo, desde que hubo nación hasta aquel tiempo; pero en aquel tiempo será salvo tu pueblo, todo aquel que fuera hallado inscrito en el libro».
Este es el mismo acontecimiento de Apocalipsis 12. Esta gran pelea aquí trabada es a causa de Israel convertida, pues estamos hablando del período de la Gran Tribulación. La verdad es que Satanás tenía su cólera dirigida contra la descendencia de la mujer, no contra la mujer, que simboliza a Israel. La descendencia de la mujer es la Iglesia del Señor Jesús.
Continuará…
Si le interesa lea también: Israel en la gran tribulación (parte 3)
Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo
