Hoy, la descendencia de la mujer se encuentra en una lucha reñida contra los poderes de las tinieblas en los lugares celestiales, pues estos aún no fueron expulsados de allí. Vea lo que el Espíritu Santo a través del apóstol Pablo nos enseña:
«Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Efesios 6:12).
Pero, después que el arcángel Miguel y sus ángeles expulsan al dragón y sus demonios del cielo o de sus lugares celestiales y fueron lanzados a la tierra, entonces el dragón y sus demonios irán a pelear contra los restantes de la descendencia de la mujer, es decir, los convertidos durante la Gran Tribulación, entre los cuales, el propio pueblo de Israel. Es por eso que la gran voz del cielo proclamó:
«Por eso, festejad, los cielos, y vosotros que en ellos habitáis. Ahí de la tierra y el mar, pues el diablo descendió hasta vosotros, lleno de gran cólera, sabiendo que poco tiempo le resta».
En la verdad, aquellos que no fueron arrebatados y estuvieron viviendo aquí en la tierra, van a sufrir lo que nunca imaginaron, pues gran cólera satánica va a desatar sobre ellos de tal forma, que desearán la muerte como el aire para vivir, sin embargo, ella huirá de ellos. La situación en aquellos días será tan cruel que el propio Señor Jesús profetizó, diciendo:
«Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados» (Mateo 24:22).
De ahí, vale la pena la persona hacer un examen de conciencia y verificar si ella está realmente encuadrada en el plano de salvación que el Señor Jesús le ofrece hoy. Pues no sabemos cuándo el Señor vendrá; todo indica que Su tiempo está próximo.
Y no vale la pena arriesgar la vida eterna, por algunos días de placer que este mundo ofrece. La pregunta que usted debe hacerse entonces es: ¿Si el Señor Jesús viniese para arrebatar Su Iglesia ahora, usted tiene certeza que iría con Él? ¿Y si muriese hoy, usted tiene certeza de que iría con Dios?
Continuará…
Si le interesa lea también: Israel en la gran tribulación (parte 4)
Libro: Estudio del Apocalipsis Vol 1
Autor: Obispo Edir Macedo
