Desde muy niña María Méndez era acosada por espíritus malignos que la privaban de llevar una vida normal y saludable, sentía la presencia de sombras de diferentes tamaños que buscaban atemorizarla. Sentía como corrientes de aire pronunciaban su nombre esto le causaba insomnio, pero la falta de sueño la estaba llevando al borde de la locura.
Por más que María trataba de captar quien era aquella persona que se ocultaba en la oscuridad nunca lograba ver nada, pero ella estaba segura que algo o alguien la acosaba, cuando lograba dormir despertaba aterrada al darse cuenta que sus brazos se encontraban llenos de moretones. Se encontraba desesperada e invadida por el pánico sentía que si se atrevía a cerrar los ojos sería estrangulada por los espíritus que estaban siempre a su lado para hacerle daño.
Tras varias invitaciones por parte de una amiga fue que María se dio la oportunidad de visitar la Iglesia Universal y tras unirse a las cadenas de oración recuerda lo increíble que fue sentir como eran vencidas aquellas sombras que desde niña la acosaban. Se ha convertido en protectora de su familia gracias a que ha recibido en su hogar al Espíritu Santo quien la ha ayudado a liberarla de todo mal.
Testimonio María Méndez.
