Ganar el mundo entero y perder el alma (Parte I)
¿De qué sirve ganar el mundo entero y perder tu alma?
¿De qué sirve ganar el mundo entero y perder tu alma?
Fue oprimido y afligido en Su cuerpo, en Su alma y en Su espíritu por la espada del juicio de Su propio Padre.
El Señor Jesús comparó al Reino de los Cielos con un tesoro oculto en un campo.
El hombre fue creado con voluntad propia; por lo tanto, a él le corresponde darle o no su alma al Señor Dios.
Al leer los Evangelios, veo al Señor Jesús en un deseo y en un esfuerzo enorme para hacernos entender que no hay nada más precioso y glorioso en este mundo que entrar en el Reino de los Cielos.
Usted tendrá que levantarse, colocarse su armadura e ir a la guerra para tomar posesión del Reino de los Cielos…
Muchos recurren a Dios en busca solo de Sus favores, pero la bendición que quiero y Le suplico a Él no es que usted tenga solamente sus necesidades terrenales atendidas.
¿Cómo medir el valor de un alma? En la visión del Señor Jesucristo, nada en este mundo se compara al valor de un alma.
Podemos decir, entonces, que muchas enfermedades no se originan en el cuerpo físico, sino en el alma…
En el transcurso de mi ministerio, encontré a muchas personas que sentían dolores terribles en el cuerpo. Algunas tenían un diagnóstico médico, otras no.