El acusador frente a la Iglesia de Jesucristo (Parte II)
El fuego eterno preparado para satanás y sus ángeles es la condenación eterna para ellos.
El fuego eterno preparado para satanás y sus ángeles es la condenación eterna para ellos.
Oponerse a la voluntad de Dios es el primer objetivo del maligno.
Dios es luz, orden y disciplina; y con Él no puede habitar el error, el pecado y la oscuridad.
Cuando nacemos de Dios, Él coloca dentro de nosotros una aspiración por el mundo venidero.
Uno de los mayores deseos del alma es tener descanso. A diferencia del cuerpo, el alma solo logra descansar con la seguridad de la presencia de Dios.
Muchas personas se preguntan cómo Lucifer se volvió el mayor adversario de Dios, ya que había sido creado perfecto para desempeñar sus funciones angelicales.
Cada segundo, miles de personas en el mundo parten hacia la eternidad. ¿Cuántas entran en el descanso de Dios y cuántas van al infierno?
El alma fue creada para vivir eternamente —eso se dará con Dios o con el diablo—.
El rico estaba tan lúcido que recordó a sus seres queridos que estaban vivos, pero viviendo tan perdidos como él había vivido y que, por eso, tendrían el mismo destino que él…
Pasa a tener cada vez menos tiempo para Dios, pues necesita “aprovechar la vida”, viajar, invertir, comprar, etc. y, normalmente, con todas esas fascinaciones que el mundo ofrece, el alma queda desgobernada y se pierde.